muera

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muera

s. f. COCINA Sal de cocina.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

muera


V morir
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Mucho has expiado hasta ahora; pero ese mucho es a tu falta lo que una gota de agua al mar. Parte ahora mismo, y, siguiendo siempre hacia Oriente, peregrina hasta que mueras.
Éste nada de lo que dice es verdad, pues hasle sorprendido vendiendo a escondidas lo tuyo. SILENO ¿Yo? Así te mueras. ULISES Si miento.
Todo acá se ha de quedar; y pues no hay más que adquirir en la vida que el morir, la tuya rige de modo, pues está en tu mano todo, que mueras para vivir.
ORESTES ¡Tú no has matado a tu madre, como yo he matado a la mía, desdichado! PÍLADES Pero he obrado contigo, y debo sufrir el mismo destino, ORESTES Conserva tu vida por tu padre, no mueras conmigo.
Y este soy yo: de este año de fiestas y motines sentí no más pasando zumbar en mi balcón los ecos más discordes, con pretensión de afines al parecer, pues juntos y a un tiempo oí clarines, campanas, tiros, órganos y salvas de cañón: aplausos, mueras, silbas, los salmos del entierro, el Réquiem y el Hossanna, los pitos y el fagot: murgas, orfeones, bandas, el arpa y el cencerro, chillidos de dos monos y hasta el ladrar de un perro…; todo el confuso estrépito que, huyendo de su encierro, harían las cuarenta legiones de Astaroth.
"Ya entonces -dijo Bruto - me tocará no callar, sino defender la libertad y perder la vida por ella." Entonces, levantándose Casio animosamente, dijo: "¡Oh, Bruto! ¿Qué ciudadano habrá en Roma que consienta que mueras de esa suerte por la libertad?
no. Mujer fatal, cortos instantes me quedan que vivir, si no has mentido; pero ¡permita Dios que mueras antes! = ADEL, pasando por una altura.
¿No nos habló así? ¿Qué presentaremos, pues, en la copa? Sin embargo, desde luego, queremos que no mueras”, dijeron los mensajeros. “Muy bien.
Cuando ya no pueda encontrarse a nadie tan corrompido, tan falto de moderación, tan idéntico a ti que no admita que tal acto se ha efectuado bajo derecho, será entonces cuando mueras.
Y el anciano, tendiéndole los brazos, le decía en tono lastimero: —¡Héctor, hijo querido! No aguardes, solo y lejos de los amigos, a ese hombre, para que no mueras presto a manos del Pelida, que es mucho más vigoroso.
Es indecible la trágica impresión que produjeron en su espíritu aquellos «mueras» y aquél «ya murió», oídos resonar, entre el silencio nocturno, en un caserón fantásticamente grande, donde cualquier ruido se agiganta y cualquier hecho se dramatiza.
Pero (vanamente te insultaría con millares de lenguas, siendo tan grande tu imprudencia) ojalá que mueras, infame como ninguna, y además manchada con la sangre de tus hijos.