esposo


También se encuentra en: Sinónimos.

esposo, a

(Del lat. sponsus, prometido < spondere, prometer.)
1. s. Persona que ha contraído matrimonio los esposos deben guardarse respeto.
2. Respecto de una persona, su cónyuge mi esposo no se encuentra en casa. cónyuge
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

esposo, -sa

 
m. f. Persona casada.
Persona que ha contraído esponsales.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

esposo, -sa

(es'poso, -sa)
sustantivo masculino-femenino
persona que ha contraído matrimonio con otra persona Mi esposa es una mujer excelente.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

esposo

, esposa
nombre masculino y femenino
marido (m.) hombre (m.) mujer (f.) señora (f.) cara mitad media naranja costilla (col.) cónyuge consorte
Esposo y cónyuge son propias de un registro formal o culto frente a marido que es la forma más general.
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.

esposo:

cónyugemarido, consorte,
Traducciones

esposo

husband, spouse, husband/wife, mate

esposo

eggenoot, man

esposo

espòs, marit

esposo

manžel

esposo

ægtefælle, ægtemand, mand

esposo

edzo

esposo

aviomies, puoliso

esposo

Mari, époux

esposo

férj

esposo

eiginmaður, maður

esposo

maritus

esposo

mąż

esposo

soţ

esposo

äkta make, make, man

esposo

mume

esposo

koca

esposo

муж

esposo

丈夫

esposo

丈夫

esposo

esposo

남편

esposo

สามี

esposo

/a SM/Fhusband/wife
los espososhusband and wife, the couple
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005

esposo-a

m., f. husband; wife.
Spanish-English Medical Dictionary © Farlex 2012

esposo -sa

mf spouse; m husband; f wife
English-Spanish/Spanish-English Medical Dictionary Copyright © 2006 by The McGraw-Hill Companies, Inc. All rights reserved.
Ejemplos ?
Cuando un apto matrimonio a su maduro tiempo ella se ha procurado, cara al marido más, y menos es enojosa al padre. Y tú no luches con tal esposo, virgen.
¿O fue que al pie del saucedal frondoso, donde con él soñabas y dormías, al recio empuje de huracán furioso, rodó en las sombras el alado esposo sobre las secas hojarascas frías?
Grecia ha visto el admirado ejemplo de Alceste, hija de Pelias; sólo ella se prestó a morir por su esposo, a pesar de tener éste padre y madre; su amor sobrepujó tanto al cariño y a la amistad de aquéllos que comparados con ella parecieron ser unos extraños para su hijo, y su parentesco no más que nominal.
A decir verdad, la dama parecía muy enamorada de él -especialmente en su ausencia-, y se ponía en ridículo al citar repetidamente lo que había dicho «su adorado esposo, el señor Wyatt».
De hoy en adelante mi vida va a ser espantosa. Tengo que pagar el silencio... si no... ¡El escándalo! ¡El derrumbe de mi esposo! ¡La ruina! ¡...y mis hijos...! ¡Oh...!
soy viuda... Mi esposo murió hace una semana en un accidente de la fábrica donde trabajaba y no nos han dado la indemnización... Yo no he podido encontrar empleo...
Pues bien, durante dos noches (no consecutivas), en que me hallaba despierto, vi que, a eso de las once, la señora Wyatt salía cautelosamente del camarote de su esposo y entraba en el camarote sobrante, donde permanecía hasta la madrugada, hora en que Wyatt iba a buscarla y la hacía entrar nuevamente en su cabina.
La mujer realizaba preciosos bordados en mantas de coloridos impresionantes y su esposo había inventado una técnica para que el maíz fuera más abundante.
-interrumpió valientemente la guipuzcoana. -No lo es usted...; cosa que la honra mucho, puesto que su magnánimo esposo se arruinó defendiendo la más noble causa...
La reina se hincó de rodillas y, levantando su magnífica corona, imploró: -¡Quédate con ella, pero unta a mi esposo y a los cortesanos!
Hera dio a luz, sin trato amoroso -estaba furiosa y enfadad con su esposo-, a Hefesto, que destaca entre todos los descendientes de Urano por la destreza de sus manos.
Vestía, sin embargo, con exquisito gusto, y no dudé de que había cautivado el corazón de mi amigo con las gracias más perdurables del intelecto y del alma. Pronunció muy pocas palabras, e inmediatamente entró en el camarote en compañía de su esposo.