de mal agüero

Traducciones

de mal agüero

ominös

de mal agüero

iettatorio
Ejemplos ?
¿Cuál era esa ciencia de que hablaba y qué le habían revelado sus arcanos? El silencio que sucedió me parecía de mal agüero, ¡y yo, que clavado en un sillón delante de mi amigo, no podía averiguarlo!
Bandadas de cóndores completaban el paisaje, cerniéndose en el espacio en círculos de mal agüero para la salud de mi pobre caballejo, que a pesar de su cansancio, se encabritaba espantado por la sombra formidable de sus alas.
En poco tiempo hemos presenciado la campaña antimodernista -bastante justificada puesto que ante lo Eterno nada hay moderno, ni para Dios puede haber novedades-; la agarrada con Roosevelt, que a causa de ocurrírsele rechazar la audiencia condicional del Papa se ve ahora tratado por los católicos de Estados Unidos con una frialdad de mal agüero para las próximas elecciones; el alboroto que produjeron entre los protestantes alemanes a los desahogos sobre la reforma; las armagas consecuencias de la ruptura con el estado francés; el cuerpo a cuerpo con Canalejas; la revolución de Portugal...
En fin, siquiera tú no eres como esos frailes de mal agüero que de día y de noche me están con la cantaleta de que si no me confieso me van a llevar los diablos.
HILO Digo, pues: está muerta; hace un momento ha muerto. HERACLES ¿Por quién? Peregrina noticia y de mal agüero la que me traes. HILO Ella por sí misma y no por mano ajena.
Silvia, agitada por los acontecimientos de la noche y por sus indecisiones, no dormía. Creyó que se trataba efectivamente de un mochuelo. -¡Pájaro de mal agüero!... Pero, ¡hola!
El segundo es casi enteramente de invención del autor, que reúne en la venta de mal agüero para Sancho, a sus héroes, y sucesivamente a Dorotea, Cardenio, Lucinda y don Fernando; admirables son las situaciones que esta reunión produce y lindamente escritas las escenas amorosas a que dan lugar.
Hasta la gana de comer se me quitó; hasta Frutos, que en ésas le atacó la gota, se me olvidó. "¡En qué inguandias andarán!", decía con aire de mal agüero, cuando pasábamos cerca de su cuarto.
Un momento después le vi volverse en la puerta del jardín y lanzarnos una última mirada (antes de que la puerta se cerrase) con sus ojos oscuros, de mal agüero.
Y dijo el diablo: -Hablando con perdón, los zurdos, gente que no puede hacer cosa a derechas, quejándose de que no están con los otros condenados; y acá dudamos si son hombres o otra cosa, que en el mundo ellos no sirven sino de enfados y de mal agüero, pues si uno va en negocios y topa zurdos se vuelve como si topara un cuervo o oyera una lechuza.
Dos o tres perros salieron ladrando a nuestro encuentro, y en la lejanía otros ladridos respondieron a los suyos. Vimos en torno de la lumbre agitarse y vagar figuras de mal agüero: Rostros negros y dientes blancos que las llamas iluminaban.
Finalmente, en la antigua Roma, el 11 de mayo estaba comprendido entre los días nefastos, y era considerado como de mal agüero para casarse...