Ejemplos ?
El sol caía oblicuo aún, bañando en lumbre clara la testa del tiñoso. El conde hizo un gesto, entre familiar y dominador. De mala gana, empujado por su madre, aproximose el rapaz.
Retirábase Marco Antonio de mala gana, y a su mismo compás se iban retirando a sus lados las dos valientes y nuevas Bradamante y Marfisa, o Hipólita y Pantasilea.
Luego no se adhiere de buena fe al fallo de las Cortes invocadas por usted mismo, y pueden darle la república, que tendrá que aceptar de mala gana; luego no se halla completamente identificado con la revolución más que cuando grita «¡Viva la monarquía constitucional!», que es precisamente el único grito que no se ha oído en España desde el alzamiento de Cádiz hasta hoy; luego es usted el único español que le ha dado; luego es el único revolucionario que no va en perfecto acuerdo con la revolución.
Los indígenas, educados de mala gana y a pequeñas dosis por los ingleses en Calcuta, constituyen el origen de una nueva clase que reúne los requisitos necesarios para gobernar el país e imbuida de ciencia europea.
Llegaron al cerezo, no sin haberse atracado antes de langostas; y el gorrión viejo, si bien metió el pico en la fruta, no apartó los ojos de Juanito, pues recordaba una pedrada que antes de emigrar le había tirado estropeándole dos plumas de la cola; pero el niño se estuvo quieto, aunque de mala gana, recordando las órdenes de su padre; y los pájaros pudieron comer a su sabor, repitiendo, aunque con una variación: :¡Qué rica está!
Y se ha de advertir que los diablos en los alguaciles estamos por fuerza y de mala gana; por lo cual, si queréis acertar, debéis llamarme a mí demonio enaguacilado, y no a éste alguacil endemoniado.
¡Dios ya quiera que antes Camila muera que padezca culpa por do merezca ser echada de la selva sagrada de Dïana! ¡Oh cuán de mala gana mi memoria renueva aquesta historia!
Patroclo, obedeciendo a su amigo, sacó de la tienda a Briseida, la de hermosas mejillas, y la entregó para que se la llevaran. Partieron los heraldos hacia las naves aqueas, y la mujer iba con ellos de mala gana.
Me sorprendes; debías conocerle mejor. Mistress Strong sacó la carta de mala gana, y cuando la cogí para entregársela a su madre vi que la mano de Annie temblaba.
Y la tertulia reanudó su canto débilmente, de mala gana, mirando todos con el rabillo del ojo a los dos que estaban plantados en el arroyo frente a frente.
Los grandes generales, cuando ven que el soldado obedece de mala gana, le encargan algún trabajo y lo ocupan en expediciones: los atareados no tienen descanso para divertirse, pues no hay nada tan cierto como que los vicios del ocio se expulsan con la actividad.
Remigio, el padre, no concebía que el mundo sobreviviera a su chiquitín; y habiendo tantas cosas buenas, sanas, florecientes sobre la tierra, creía que el plan divino sólo se cumpliría bien si llegaba a edad proyecta aquel miserable saquito de pellejos y huesos de gorrión, donde unas cuantas moléculas se habían reunido de mala gana a formar pobres tejidos que estaban rabiando por descomponerse e irse a otra parte con la música de su oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, carbono y demás ingredientes.