burlón


También se encuentra en: Sinónimos.

burlón, a

1. adj./ s. Que bromea o se burla con frecuencia. guasón
2. adj. Que implica burla tiene una risa burlona que puede llegar a molestar. burlesco
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

burlón, -lona

 
adj.-s. Inclinado a decir burlas o a hacerlas.
Que implica o denota burla.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
Sinónimos

burlón

, burlona
adjetivo y nombre masculino y femenino
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

burlón

spöttisch

burlón

joker, wag

burlón

מלגלג

burlón

/ona
A. ADJ (= bromista) [persona] → mocking, teasing; [risa, voz] → sardonic
dijo burlónhe said teasingly
B. SM/F
1. (= bromista) → joker
2. (= mofador) → mocker, scoffer
C. SM (Méx) → mockingbird
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
-Es cierto.- Dijeron casi todos, pues tanto TEZCATLIPOCA como QUETZALCOATL, permanecieron callados. El primero como burlón; el segundo como meditando.
En cuanto al exterior, no me negarás, Sócrates, el parecido, y en cuanto a lo demás, escucha lo que tengo que decir: ¿no eres un presumido burlón?
La tuya, al contrario, una magnífica sabiduría y rica de las esperanzas más bellas, como lo atestiguan el brillo con que luce desde tu juventud y el aplauso que más de treinta mil griegos acaban de tributarle. -Eres un burlón, contestó Agatón; ya examinaremos qué sabiduría es mejor; si la tuya o la mía, y Baco será nuestro Juez.
Habíase alzado del sillón, mostrando talante de poner término a la visita. Yo le fijaba los ojos desde el fondo de las almohadas, y guardaba un silencio burlón, porque le veía vacilar.
A los padres los encerré, y ¿sabéis vosotros lo que pasó? -dijo el tío Roque con acento burlón y duro-. Que los padres se murieron de hambre; porque ninguno de los hijos se ocupó en darles de comer».
Esteban, exclamó don Dionís con aire burlón, sigue los consejos del preste de Tarazona no hables de tus encuentros con los corzos amigos de burlas, no sea que haga el diablo que al fin pierdas el poco juicio que tienes, y pues ya estás provisto de los evangelios, y sabes las oraciones de San Bartolomé vuélvete a tus corderos, que comienzan a desbandarse por la cañada.
El tiempo pasaba; don Pedro seguía cumpliendo regularmente con sus obligaciones; y cuando, por la mañana, después de haber atado en el palenque su caballo, bien rasqueteado y con la crin cuidadosamente tusada, se venía -caminando, al parecer, ligero, pero a pasitos tan cortos y menudos que su apuro era más ficticio que real- a saludar al patrón, con afectuosa humildad, su cara, de facciones distinguidas, realzadas por un cuadro de pelo negro ondulado y de barba toda rizada, recordaba esos hermosos tipos semíticos, cuya sumisa gravedad deja traslucir en los ojos, a la vez serios y risueños, algo como cierto desprecio burlón para la humanidad en general y para el interlocutor en particular.
Después de rascarse la barbilla y de miramos, con los ojos llenos de odio, a través de sus flacos dedos, se volvió hacia mí y me dijo en tono medio burlón, medio insolente: -¿Le parece a usted bonito, míster Copperfield, usted, que siempre ha estado orgulloso de su honor y de todo lo demás, el venir a espiarme y sobornar a mi empleado?
Y Aquileo, el de los pies ligeros, dijo en tono burlón a Príamo: —Acuéstate fuera de la tienda, anciano querido; no sea que alguno de los caudillos aqueos venga, como suelen, a consultarme sobre sus proyectos; si alguno de ellos te viera durante la veloz y obscura noche, podría decirlo a Agamemnón, pastor de pueblos, y quizás se diferiría la entrega del cadáver.
Los presentes se miraron y sonrieron. -¿Y de qué deseas ocuparte? -prosiguió en tono un tanto burlón el capataz. -De barretero -respondió tranquilamente el ciego.
no creo, le dijo con tono burlón, que un señorito tan buen mozo, no pueda llevar lo que llevo yo constantemente, tan vieja como soy.
El hombre avanzó más, y el toro comenzó a retroceder, berreando siempre y arrasando la avena con sus bestiales cabriolas. Hasta que, a diez metros ya del camino, volvió grupas con un postrer mugido de desafío burlón, y se lanzó sobre el alambrado.