burlarse de

Traducciones

burlarse de

posmívat se

burlarse de

spotte

burlarse de

spotten

burlarse de

χλευάζω

burlarse de

scoff

burlarse de

pilkata

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railler

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podrugivati se

burlarse de

schernire

burlarse de

あざける

burlarse de

비웃다

burlarse de

beschimpen

burlarse de

håne

burlarse de

zadrwić

burlarse de

troçar, zombar

burlarse de

glufsa i sig

burlarse de

พูดเยาะเย้ย

burlarse de

alaya almak

burlarse de

chế giễu

burlarse de

嘲笑
Ejemplos ?
11. Pero Herodes, con su guardia, después de despreciarle y burlarse de él, le puso un espléndido vestido y le remitió a Pilato. 12.
Y, saliendo afuera, lloró amargamente. 63. Los hombres que custodiaban a Jesús empezaron a burlarse de él y a darle golpes. 64. Le cubrieron la cara, y después le preguntaban: ¿Adivina quién te pegó.?
¡Qué de monstruosos errores no han adoptado las naciones como axiomas infalibles, cuando se han dejado arrastrar del torrente de una preocupación sin examen, y de una costumbre siempre ciega, partidaria de las más erróneas máximas, si ha tenido por garantes la sanción de los tiempos, y el abrigo de la opinión común! En todo tiempo ha sido el hombre el juguete y el ludibrio de los que han tenido interés en burlarse de su sencilla simplicidad.
Yo, como ellos, seguí el mío; pero en vano: aquella enfermedad resistía a todos los esfuerzos de la ciencia, y parecía burlarse de mi con síntomas disparatados, que cambiaban cada día mi diagnóstico.
–Habrás oído que en este mundo no hay sino devorar o ser devorado... –Sí, burlarse de otros o ser burlado. –No; cabe otro término tercero y es devorarse uno a sí mismo, burlarse de sí mismo uno.
Amaba a Molière y deliraba por Racine, pero prefería a Scarron y aun se deleitaba con los poetas de tercer orden; era la cortesana hecha artista; para ella el galanteo y la poesía se fundían en el arte del bel canto y de la declamación académica, afectada, falsa y estirada; no tenía más religión que la del pentágrama y la cesura del alejandrino; desafinar o destrozar un hemistiquio era el colmo del mal; engañar a un amante, tener ciento, burlarse de todos los hombres del mundo, le parecía asunto de poca monta, ajeno por completo a la jurisdicción de la moral.
Doña Petra estaba muy acostumbrada a no entender palabra de cuanto decía su querido esposo; pero lejos de burlarse de estos discursos, creía firmemente que a ellos debía don Casto la conservación de su destino a través de todos los ministerios y formas de gobierno.
Cuando uno no puede decidirse entre vivir o morir, entonces más vale morir." Hay una manera de educar a los hijos de Samurais. En su infancia se ha de favorecer su bravura y evitar darles miedo frívolamente o burlarse de ellos.
Desprecian a los artesanos honrados, a los hombres de bien, que las pretenden para casarse y hacerlas reinas de su casita... y se van con esos tunantes que están hartos de burlarse de todas...
Mientras los moralistas y el clero justificaban solemnemente las desigualdades de riqueza y reprobaban el descontento de los pobres sobre la base de que aquellas desigualdades estaban justificadas por las diferencias naturales en habilidad y diligencia, sabían todo el tiempo, y todo el que les escuchaba lo sabía, que el principio fundamental de todo el sistema de propiedad no era la habilidad, el esfuerzo, o el merecimiento de ninguna clase, fuese cual fuese, sino meramente el accidente del nacimiento, ante lo cual, no hay ninguna pretensión posible que pudiera burlarse de la ética de un modo más absoluto.
Mientras Petaca, que había apoyado el fusil en un tronco, apuntaba arrodillado en la yerba, Cañuela, prudentemente colocado a su espalda, esperaba, con las manos en los oídos, el ruido del disparo que se le antojaba formidable, idea que también asaltó al cazador, recordando los tiros que oyera explotar en la cantera y, por un momento, vaciló sin resolverse a tirar del gatillo; pero el pensamiento de que su primo podía burlarse de su cobardía, lo hizo volver la cabeza, cerrar lo ojos y oprimir el disparador.
Acabado en caminatas verdes, sin huertos y sin frutos que no hallé bajo los vientos, qué se puede esperar ¡necios!, si mi desvelo, se ha vuelto inútil soledad de imbécil ruego donde hasta el llanto fatigado de su credo se ha cancelado entre los ritos de los vetos para burlarse de su mini–vericueto.