mujerío

mujerío

s. m. Conjunto de mujeres ¡qué mujerío hay en este pueblo! mujeriego
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

mujerío

 
m. Conjunto de mujeres.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

mujerío

SM (Esp) ir de mujerío (= de putas) → to go whoring; (= de ligue) → to go looking for a woman
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
En el cierre de cristales hay un surtido de gemelos magníficos, acromáticos, con los cuales los fumadores observan el mujerío que pasa por la calle, siempre concurrida.
No me permite un devaneo con una cursi; aun dentro de la buena sociedad (la conoce ya al dedillo; no sé cómo se las ha arreglado), no tolera sino a la media docena de señoras chic..., que, como sabes, ¡están ya muy défraîchies! -Pues creo que eso honra a John, y que John vale más que el mujerío de segunda.
Pero tantos siglos de siglos -secula saeculorum- fueron pasando, que al fin, al fin (es decir, al fin no, porque aquello no tiene fin) Servando... se puso a reparar en el mujerío que tenía enfrente.
La comunidad, vestida heterogéneamente al gusto de cada alumana, atraviesa la plaza, al son de la Garibaldina que tocan dos clarinetes, un bajo y la retumbante tambora del maestro Feliciano; precede aquel mujerío sabiondo, Doña Carmela Bedoya de Pulgarín, la pedagoga ilustre; síguelo la embelesada turbamulta.
El prestigio de tal dineral; la fama de las virtudes de Damián, que ya por ese entonces llenaba los ámbitos de la parroquia; la fealdad casi ascética y decididamente eclesiástica del beneficiado formáronle aureola, especialmente entre el mujerío y gentes piadosas.
-Pos no se perdió usté na, y mire usté que estaba la plaza pa chillarla, parecía mismamente un muestrario de percales de colores, y llena, tan llena, que no había donde echar una salivilla... Y un mujerío..., ¡qué mujerío!
No era la bien trazada pierna el único atractivo que realzaba al profesor de esgrima; podía envanecerse y alabarse de unos bigotes castaños, lustrosos de cosmético, un cuerpo ágil y estatuario, que el diario ejercicio del florete volvía más airoso, y, en el ramo de indumentaria, preciarse de una colección de látigos con puño de plata, calzones de punto, corbatas flotantes y dijes de reloj en extremo caprichosos, todo lo cual hacia a Armando Deslauriers muy peligroso para el mujerío marinedino de cualquier estado y condición: señoras y artesanas, dueñas, casadas y doncellas.
Moneda espiritual en que se fragua todo lo que sufriste: la piragua prisionera, el azoro de tus crías, el sollozar de tus mitologías, la Malinche, los ídolos a nado, y por encima, haberte desatado del pecho curvo de la emperatriz como del pecho de una codorniz. SEGUNDO ACTO Suave Patria: tú vales por el río de las virtudes de tu mujerío.
Tengo cuarenta cumplidos, a vosotros sería inútil negároslo, y lo que es este año que empieza, no se termina sin que os haya dado parte de boda. Estoy harto de intrigas amorosas; estoy de mujerío hasta aquí y, además, ahora el amor no se lleva, no viste.
Termina la misa. En el rebullicio de la salida Rogelio se cuela por entre el mujerío, se llega a la sacristía, empuja la puerta y se escurre.
Curro, tras saludar a su comadre, sonriendo con expresión maliciosa, se dirigió al grupo desde el cual el Pijota seguía fogueando con apasionado mirar la fortaleza ambicionada, y -Caballeros, güenas noches -dijo, y tras los apretones de mano de rúbrica, añadió con acento ponderativo-: ¡Camará!, y cómo está la calle de mujerío, chavó, y vaya si está archibonita mi comadre.