De esta manera, se ha logrado incidir y ejercer en el consciente colectivo de los habitantes de la región oriente del Valle de México la Interculturalidad desde la mismidad fortaleciendo el amor por nuestro entorno, por nuestro país, así como el respeto hacia las riquezas culturales de otros lugares.
Por ello, frente a la otredad introduce el concepto de mismidad; así, la mismidad es atraer el estudio al concepto en sí, olvidando cualquier perspectiva europea que podría falsearlo.
La filosofía de los centros de poder no es otra cosa que una ontología que enuncia una mismidad: "El ser es, el no-ser no es", lo cual significa que todo lo que esté fuera de las fronteras del ser, carece de ser.
"En ese parecido de la pintura a sí misma está la calidad, la mismidad, la verdad de Pepe Díaz (...) Es un genio cansado, es un genio incansable, es un maestro.
Este pensamiento queda muy bien simplificando en una cita suya: Una teoría de la literatura es la teoría de una literatura No es posible, por ello, realizar una teoría de la Literatura que aúne todas las corrientes, sino que cada cultura ha de estudiarse desde su 'mismidad', en la que habrá que elaborar una teoría general para ésta.
en consecuencia, espacios configurados donde las cosas habitan en su propia mismidad que los afirma y los presentan y se muestran sosegados y diferentes.
No obstante, esta solución no fue más que una salida de compromiso, ya que no tocaba el problema de fondo, que lo que define al ser humano es la propia consciencia de su propio desconocimiento: el ser humano no alcanza a entender qué sea él mismo en su mismidad, así pues el ser humano es aquel ser que en esencia desconoce qué es en esencia, debido a su reflexividad innata, a su solipsismo reflexivo, a esta tan terrible condena de ser el único ser en el mundo capaz de tener conciencia de sí mismo y por tanto de darse cuenta de lo absurdo de su existencia.
Sólo me di cuenta de que estaba siendo demasiado robado por mi manager. Así que no quiero en mi vida entera, la estancia en esa mismidad, quería banda, bailarines, siendo un artista de sí mismo.
Según estas escrituras, buda y nirvana, a diferencia de los fenómenos compuestos condicionados, no están vacíos de existencia intrínseca, sino simplemente vacíos de impermanencia, de lo defectuoso y lo sin mismidad.
Este diagnóstico de Han se extiende incluso hasta lo que él denomina "pérdida del deseo", la desaparición de la capacidad para dedicarse al "otro", al extraño, al no-yo. Giramos alrededor de nosotros mismos, nos restringimos en nuestra mismidad, incapaces de construir relaciones con los demás.
Conocer algo de estas esencias sólo es posible con el auxilio de esta intuición, que nos permite acceder a ellas en su mismidad y plenitud.
La mismidad se opone a la comprensión de un “yo” o un “sí-mismo” tradicionalmente concebidos desde la ontología sustancialista que lo entiende como realidad: “presencia” o “acompañar constante”.