e este modo fabla el Cid Con Ordoño, que desea Ser armado caballero Y acabar grandes empresas: «Veladas serán las armas »Por vos una noche entera, »Que a tan noble profesión »Da principio estar de vela: »Velaréis en lugar santo, Porque la mayor defensa De cristianos caballeros Son las armas de la iglesia: »Colgaréis en un altar »Todo el arnés con sus piezas, »A saber: el bacinete »Con guardapapo y babera, »Los fuertes espaldarones, »Los bracerales y hombreras »Junto con los pancerales »Y grebones de las piernas, »Sin que os olvidéis, doncel, »Ni de los corvales de ellas »Ni de la bruñida espada, »Ni de la dorada espuela.
Todo parece indicar que su lectura y relectura de esta novela fue la que sentó las bases del Quijote, como comprobaremos varias veces a lo largo de la lectura ("Otro iba armado con quijote capacete y babera, y con su broquel en la mano, que parecía que salía del juego de la esgrima"; o por ejemplo en el episodio de los odres).