Los demonios le dijeron: “Si nos echas, mándanos a la piara”. Jesús les dijo: “Id”. Salieron y se fueron a los cerdos. De pronto la piara se abalanzó al lago, acantilado abajo, y murió ahogada.» .
Con el fragor que suele en su arrebato correr salvaje piara y con el ruido, si lobo fuera de su alpestre hato u oso de su cumbre descendido, ha capturado de ellos un jabato que se lamenta con tenaz gruñido; aquel tropel «A él, a él» gritando se mueve raudo contra el conde Orlando.
El corral, lejos de la casa, estaba lleno de gallinas y de pavos; en el tinado se guarecían tres lucidas vacas que daban muy sabrosa leche; en la caballeriza, dos hermosos caballos, y en apartada pocilga, una pequeña piara de cerdos, que ya se echaban con habas, ya con las ricas bellotas de un encinar contiguo.
Salieron, pues, del hombre para entrar en los cerdos, y toda la
piara se precipitó de lo alto del acantilado, ahogándose en el lago.
La Biblia (Nuevo Testamento)
¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo? 8.30. Había allí a cierta distancia una gran
piara de puercos paciendo. 8.31.
La Biblia (Nuevo Testamento)
5.11. Había allí una gran
piara de puercos que pacían al pie del monte; 5.12. y le suplicaron: Envíanos a los puercos para que entremos en ellos.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Y le suplicaban los demonios: Si nos echas, mándanos a esa
piara de puercos. 8.32. El les dijo: Id. Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la
piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Los que de cerdos en inmunda piara son de lo torpe nauseabunda imagen, ¿osan del corro teologal la jerga con trompa ascosa balbucir audaces?
-Sí que la veo. -Pues aquélla ha de ser la dehesa donde pasten la vacada, los rebaños de cabras y ovejas y la piara de cerdos. -¿Conque todo eso hemos de tener?
La inquietud hacía que mi madre piara quejumbrosamente temiendo un accidente cualquiera, pero la nota triste convertíase en alegre cuando veía a mis hermanitos sostenerse en el espacio.
Porque, como dice Guerra Junqueiro, una nación no es una tienda, ni un presupuesto una Biblia. De la mera comunión de vientres no resulta una patria, resulta una piara.
No le diré a osté más sino que no he poío mercalle a mi jembra ni un mal refajo; como que estamos viviendo del aire cuasi como los camaleones, y gracias que a las cuatro cabrillas que tenemos las ha rispetao la jerusa que ogaño se ha llevao el quinto de ca piara.