Se sabe que entre 1728 y 1731 el arquitecto Diego Antonio Díaz la transforma y barroquiza en su interior, conservándose desde entonces pocas muestras del mudejarismo primitivo.
Para ello se proyecta una iglesia de tres naves, capilla mayor, sacristía y torre, en la que se combinan elementos ornamentales clásicos, heredados del renacimiento, junto con el mudejarismo de la magnífica armadura de par y nudillo que cubre la nave.
Servicio de Publicaciones, 1999 ISBN 978-84-8102-225-4 Mudejarismo: las tres culturas en la creación de la identidad española, Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, 2003 ISBN 978-84-932549-5-7 El concepto cultural alfonsí, Madrid: Fundación Mapfre, 1994; 2.ª ed.
El mudejarismo no se advierte en elementos decorativos de lazos y atauriques, completamente ausentes en el Archipiélago, sino en las techumbres con alfarje de lazo construidas con la madera del incorruptible pino canario: la tea, que frecuentemente deja ver su color, pero que es, algunas veces, policromada y dorada.
El arte mudéjar, considerado el más representativo del medievo en España e inspirado por su carácter fronterizo entre el norte cristiano y los musulmanes, tiene en el ladrillo y el azulejo su elemento más identificador. Se han diferenciado varios tipos de mudejarismo: Románico de ladrillo, en León, Valladolid, Ávila y Segovia.
Todas ellas tienen su correspondiente medallón labrado, con dibujos de volutas. Sólo en algunas de las tablas que cubren los vanos, se perciben detalles de mudejarismo.