missi dominici

missi dominici

 
hist. Nombre que recibían algunos funcionarios del Imperio carolingio que controlaban la administración.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
Ejemplos ?
Este no actúa (como a menudo se dice) como simples recomendaciones, sino como normas sancionadoras estrictas (multas, revocación, encarcelamiento, destierro…) ya que este texto es un real decreto incluida la concreta aplicación que será controlada in situ por el missi dominici (“los enviados del señor”).
El emperador ordenó la construcción de una importante flota en el Mar del Norte y envió a uno de sus missi dominici a Frisia a fin de imponer allí su autoridad.
Los inspectores de palacio o missi dominici eran los encargados de que los marqueses y los condes gobernaran según las directrices del Emperador, para ello acudían en parejas a los territorios a comprobar el cumplimiento de las leyes.
Los missi dominici eran una pareja de inspectores, un laico y un eclesiástico, que recorrían los condados recordando a sus señores sus obligaciones.
Con el declive de la autoridad central, los missi dominici perdieron su viabilidad, aunque en Italia seguían existiendo en el siglo XI.
La Constitutio Romana de 824 supuso la afirmación de la soberanía carolingia en los territorios papales, por la que el coemperador Lotario I (817-855) ponía bajo control imperial los actos políticos y administrativos del papa con la presencia permanente de dos missi dominici, así como obligarle a un juramento de fidelidad hacia el emperador antes de su consagración, Su hijo el emperador Luis II (844-875), se aferró a estas prerrogativas al intervenir en las elecciones papales, al ejercer control sobre la política interna de Roma, y también en el antiguo exarcado, y al instalar en el territorio a vasallos imperiales.
Asimismo se mantuvo durante más tiempo un poder real con carácter y autoridad públicas y una sistematización administrativa que enlazaba Pavía con las ciudades a través de funcionarios como los missi dominici y los scabini, y además se mantuvo un corpus legal formado por las leyes lombardas y las capitulares carolingias, donde la legislación de los reyes lombardos fue reafirmada por los carolingios.
Pero además, la supervisión del soberano se hallaba encargada a una pareja itinerante de missi dominici —un laico y un religioso— a un distrito de varios condados (missaticum), para identificar los abusos, ceñir a los condes a sus cometidos, renovar la fidelidad e informar periódicamente al soberano.
En el mismo año de su nombramiento participa en el Concilio de Frankfurt de 794. En el 798 se le designó como uno de los missi dominici de Septimania y sur de los Pirineos.
En total los missi dominici eran cuatro: dos eclesiásticos y dos seglares, el otro eclesiástico fue Leidrat, obispo de Lyon (798–814) y los dos seculares seguramente eran condes pero no se sabe quiénes.
El nombramiento de missi dominici se hacía entre los miembros del alto clero (abades, obispos, capellanes), por la parte eclesiástica, y entre los condes y vasallos no asentados en el territorio a inspeccionar, por la parte laica.
Los missi dominici fueron una institución de carácter compensatorio entre el poder central y el territorial. Había sido empleado alguna vez por los merovingios, pero quien le dio uso real fue Carlomagno, siendo mencionados expresamente en el año 779.