La metrópoli, cubierta de conventos, con las ciudades muertas y los caminos llenos de mendigos, no valían gran cosa; pero de casi todos los mares del mundo emergían pedazos de tierra dependientes del rey de Madrid, y al otro lado del Atlántico, medio continente, que representaba casi la sexta parte del planeta, hablaba nuestra lengua, y los pueblos oían sombrero en mano lo que su majestad católica se dignaba decirles, de tarde en tarde, al través de miles de
leguas.
Vicente Blasco Ibáñez
Sucedió que en tiempo del valeroso Ynga Yupanqui, hubo en el distrito de Arequipa un espantable terremoto, precedido de la explosión del volcán que está tres leguas de ella.
En la mayor furia de esta tormenta entró en la ciudad un ermitaño que Vivía dos leguas de la ciudad, desnudo, con una cruz en la una mano y una piedra en la otra,dándose en los pechos y pidiendo a voces misericordia y provocando con lágrimas al pueblo a penitencia, y se le juntó mucha gente admirados de su fervor.
Entretanto Jánregui, con la paloma por supuesto, estaba en su hacienda de Huanta, á cinco ó seis leguas de Ayacu- cho, y sus peones, bien armados y municionados, habían tam- bién rechazado una embestida popular.
10º Item, ordenaron e mandaron que por cuanto los recatones e pulperos que hay en esta ciudad, salen a los caminos y compran muchas cosas de mantenimientos para lo tomar a revender, y conviene que en ello se ponga orden, mandaron que de aquí adelante ninguna persona de cualquier condición que sea, español, ni indio, compren por sí ni por tercera persona cosa alguna de mantenimientos en esta ciudad, ni cinco leguas a la redonda para revender...
Camino a Stanley, y poco menos que a dos
leguas de la factoría, se descubría un trozo de selva diezmado por las termites u hormigas blancas.
Roberto Arlt
Una confusión había general en toda la ciudad, y era no poder averiguar con certidumbre la causa de tantos daños, f de dòride procedía tan horrible y espantosa tempestad y, aunque se sospechaba sería cierto volcán de hacia Omate, 18 leguas de la ciudad, por haber visto los que de allá venían vomitar llamas y salir humo obscuro de aquel lugar.
¡Cambiaría el morrión por la boina, odiando como odiaba mortalmente a los facciosos! A la sazón nos hallábamos en el Principado, a tres
leguas del enemigo.
Pedro Antonio de Alarcón
Reinaba, pues, el terror entre la gente tonsurada, que sólo bien provista de armas y con escolta se atrevía a asomar en romerías y ferias, cuando acertó a tomar posesión del curato de Treselle un jovencillo boquirrubio, amable y sociable, eficazmente recomendado por el arzobispo a los señores de diez
leguas en contorno.
Emilia Pardo Bazán
Señores y criados se veían compelidos a oír la misa parroquial de Proenza, a dos
leguas y media de Valdelor; toda una caminata por despeñaderos, para que, al fin, el abad, reñido de antiguo con don Ciprián de Valdelor por no sé qué cuestiones de límites de una heredad de patatas, alargase a propósito la misa a fuerza de plática y reponsos, con el fin de retrasarle al gordo hidalgo la hora de sentarse ante el monumental cocido de mediodía.
Emilia Pardo Bazán
Y aun encontrándome inmediata a mi familia, entre ella y yo se abría un abismo invisible y transparente, que nos separaba a mil
leguas.
Horacio Quiroga
Pero en la brusca cesación de la luz, que como un golpe sentíamos dolorosamente en los nervios, el drama espectral nos cogía otra vez. A mil
leguas de Nueva York, encajonado bajo tierra, estaba tendido sin ojos Duncan Wyoming.
Horacio Quiroga