Luego el Duque de Vendôme decidió atacar cuerpo a cuerpo con doce regimientos de infantería, una decisión discutible, ya que impedía la comunicación entre ambos generales: el uno se hallaba en el cuartel de su Estado mayor sin información sobre el desarrollo del combate, y el otro se encontraba en pleno frente sin ostentar todo el mando del campo francés.