Ejemplos ?
Esto, sentado, pensaba, aunque sin decir palabra al ave que ahora quemaba mi pecho con su mirar; eso y más cosas pensaba, con la cabeza apoyada sobre el cojín purpúreo que el candil hacía brillar.
Daniel levantó de nuevo sus ojos, lo miró un rato fijamente, sin decir palabra, y, bajando otra vez la vista para seguir su interrumpida tarea, exclamó: — ¿Y quién dice que eso no es una calumnia?
Daniel levantó de nuevo sus ojos, lo miró un rato fijamente, sin decir palabra, y, bajando otra vez la vista para seguir su interrumpida tarea, exclamó: -¿Y quién dice que eso no es una calumnia?
Firme en esta idea, había decidido no volver a decir palabra sobre el asunto a nadie, ni por nada, pero lo haré hoy por satisfacer a vuestra curiosidad, y a fe, a fe que después de todo, si el diablo me lo toma en cuenta y torna a molestarme en castigo de mi indiscreción, buenos evangelios llevo cosidos a la pelliza y con su ayuda creo que, como otras veces, no me será inútil el garrote.
Llegó la ocasión de ver el personaje imposible, pretendientes no mal recibidos al lado de su ídolo, y supo hacer, a fuerza de sinceridad y humildad y cordura, compatible con la dignidad más exquisita, que Elisa, en vez de encontrar desairada la situación del que la adoraba de lejos, sin poder decir palabra, sin poder defenderse, viese nueva gracia, nuevas pruebas en la resignación necesaria, fatal, del que no podía en rigor llamar rivales a los que aspiraban a lo que él no podía pretender.
Había ya pasado la cabeza y me disponía a abrir la linterna, cuando mi pulgar resbaló en el cierre metálico y el viejo se enderezó en el lecho, gritando: —¿Quién está ahí? Permanecí inmóvil, sin decir palabra.
Que espere..., sí, la semana que viene. Y el buen hombre se fue sin decir palabra. Pero al día siguiente, a mediodía, Emma recibió un protesto; y a la vista del papel timbrado, donde aparecía varias veces y en grandes caracteres: LICENCIADO HARENG, UJIER EN BUCHY, se asustó tanto, que fue corriendo a toda prisa a casa del tendero.
3ª La tercera es, que en el assiduo jurar por la criatura se ha de temer más la idolatría en los imperfectos que en los perfectos. No decir palabra ociosa, la qual entiendo, quando ni a mí ni a otro aprovecha, ni a tal intención se ordena.
Emma no refunfuñaba, como antes, por ir a pasear por el jardín; lo que él proponía era siempre aceptado, aunque ella no adivinase sus deseos, a los que se sometía sin decir palabra; y cuando León le vela al lado del fuego, después de cenar, con las dos manos sobre el vientre, los dos pies sobre los morillos de la chimenea, las mejillas rosadas por la digestión, los ojos húmedos de felicidad, con la niña que se arrastraba sobre la alfombra, y aquella mujer de fina cintura que por encima del respaldo del sillón venia a besarle en la frente, se decia: ¡Qué locura!, y ¿cómo llegar hasta ella?
Durante unos minutos la Oruga siguió fumando sin decir palabra, pero después abrió los brazos, volvió a sacarse la pipa de la boca y dijo: - Así que tú crees haber cambiado, ¿no?
Despidióse de Cornelia, la cual, imaginando que tenía a su hermano tan cerca, estaba tan temerosa que no acertó a decir palabra a los dos, que della se despidieron.
Miss Dartle y yo nos miramos un momento sin decir palabra; parecía continuar en la misma disposición de espíritu que cuando había hecho aparecer a aquel hombre ante mí.