reñir


También se encuentra en: Sinónimos.

reñir

(Del lat. ringi, gruñir mostrando los dientes.)
1. v. intr. Discutir o pelear dos o más personas entre sí todos los hermanos riñen cuando son pequeños.
2. Dejar dos o más personas de mantener buenas relaciones los novios han reñido; no sé nada de ella, hemos reñido. enemistarse reconciliarse
3. v. tr. Regañar a una persona la profesora me riñó por estar hablando. reprender
4. Llevar a cabo un combate o una batalla riñó una batalla para conseguir una subvención. librar
5. Luchar dos o más personas entre sí con armas. combatir
NOTA: Se conjuga como: ceñir
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

reñir

 
intr. Contender o disputar de obra o de palabra.
Pelear.
Desavenirse, enemistarse.
tr. Reprender o corregir [a uno] con algún rigor.
Llevando como complemento las voces [batalla, desafío, etc.], ejecutar, llevar a efecto.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

reñir

(re'ɲiɾ)
verbo transitivo
1. reprender o corregir a alguien El policía riñó a los niños por cruzar la calle sin mirar.
2. llevar a cabo una batalla Los dos ejércitos riñeron una larga batalla.

reñir


verbo intransitivo
enojarse con alguien dirigiéndose palabras ofensivas y con desprecio Eran muy amigos pero riñeron y ya ni se saludan.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

reñir

verbo intransitivo
2 (con alguien) desavenir* enemistarse indisponerse echar la bendición* (col.) echar los títeres a rodar (col.) liquidar acabar terminar amistar
Ejemplo: riñeron por una tontería y todavía no se hablan.
3 reprender reconvenir regañar
Ejemplo: lo riñeron por no recoger los papeles del suelo.
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

reñir

quarrel, wrangle, to quarrel, disagree, spat

reñir

hádat se

reñir

skændes

reñir

riidellä

reñir

svađati se

reñir

口論する

reñir

다투다

reñir

ruziën

reñir

krangle

reñir

disputar

reñir

gräla

reñir

ทะเลาะ

reñir

tranh cãi

reñir

吵架

reñir

A. VT
1. (= regañar) → to scold; (= reprender) → to tell off, reprimand (por for)
2. [+ batalla] → to fight, wage
B. VI (= pelear) → to quarrel, fall out (con with) ha reñido con su novioshe's fallen out o had a fight with her boyfriend
se pasan la vida riñendothey spend their whole time quarrelling
riñeron por cuestión de dinerothey quarrelled about money, they quarrelled over money
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Arrinconaba a un maestro tirando la espada negra, y dicen que fue a Consuegra a desafiar a un diestro, y sacándolo a reñir matóle y tomó a su dama, con lo cual creció su fama lo imposible de decir.
Entonces Gan apoyó las manos en el suelo y comenzó a andar ágilmente en cuatro pies, rozándome las pantorrillas con el flanco; yo experimenté un sobresalto terrible, me precipité a la puerta, la cerré con llave, y apoyando las manos en el suelo, también me puse a caminar como una fiera. Y el niño lanzaba gruñidos y yo le imitaba y ambos parecíamos dos fieras que no se resuelven a reñir.
El placer es mi Dios; mi alma desea Para sólo gozar larga la vida; Cuando sin oro y sin placer la vea, Como una inútil prenda envejecida, con una estoica calma indiferente Despojaréme de ella, convencido De que al que un aura de placer no aliente, Le debe de bastar lo que ha vivido.» Tal es don Juan, y tal el pensamiento Que a la risueña Italia le conduce; Reñir, amar, beber, he aquí su intento; Gozar sólo es vivir, de ello deduce.
¿Que gobierna, y dirige las cosas mismas de que se pretende está compuesta, las resiste durante casi toda su vida reprimiendo a las unas más duramente por los dolores, como la gimnástica y la medicina, tratando a las otras con más dulzura y contentándose con amenazar y reñir los deseos, la cólera, los temores, como cosas de naturaleza distinta a la suya?
Qué sola plenitud de ser liberto y qué alegre acorralar de olvidos. Callado, sin reñir, lejos del llanto, pernocto entre olores de amaranto.
En esto iba yo y venía por momentos, tanto que la huéspeda de casa un día que doña Estefanía dijo que iba a ver en qué término estaba su negocio quiso saber de mí qué era la causa que me movía a reñir tanto con ella, y qué cosa había hecho que tanto se la afeaba, diciéndole que había sido necedad notoria más que amistad perfeta.
Por Dios, si con él topase, muy gran su privado pienso que fuese y que mil servicios le hiciese, porque yo sabría mentille tan bien como otro, y agradalle a las mil maravillas: reille ya mucho sus donaires y costumbres, aunque no fuesen las mejores del mundo; nunca decirle cosa con que le pesase, aunque mucho le cumpliese; ser muy diligente en su persona en dicho y hecho; no me matar por no hacer bien las cosas que el no había de ver, y ponerme a reñir...
En fin, mal que bien, estuvo ya la casa adornada; pero ¡oh desgracia!, mi amigo tiene un suegro sumamente gordo; verdad es que es monstruoso, y es hombre que ha menester dos billetes en la diligencia para viajar; como a éste no se le podía romper pata como al sofá, no hubo forma de meterlo en casa. ¿Qué medio en este conflicto? ¿Reñir con él y separarse porque no cabe en casa? No es decente.
Había paz en Madrid. Habiendo paz, no ha de reñir la gente, ¿no es eso? Y mientras humeaban en las cafeterillas minúsculas la leche y el café, y brillaban alegres las tazas y el azucarero de Limoges, decorados con ligeras guirnaldas de violetas rusas, Solange se atrevió a interpelar a su institutriz, en tono zalamero: -Donc, madame...
(Éntranla con bulla, y sale un hombre.) HOMBRE 1 Yo soy un hombre de bien y que no puedo faltar jamás a mi obligación. Pues hoy me vino a llamar, para reñir a su lado, un hombre a quien yo jamás le debí en toda mi vida que me llevase a almorzar.
Al ver la sardinera que por aquel día no había modo de reñir con nadie desde el balcón, encerróse también en su caverna; sacó de un escondrijo una botella de aguardiente, bebióse cerca de la mitad; y cuando los vapores de aquel veneno comenzaron a adormecerla, acercóse balbuciente y con paso mal seguro a la sucia y fementida cama, y en ella se desplomó, revolcándose allí como cerdo en su pocilga.
Miraban a mi amo por las calles do pasaba, señalándole con el dedo, como si dijeran: Aquél es el valiente que se atrevió a reñir solo con la flor de los bravos de la Andalucía .