¿Por qué no la posee otra Virgen? -prosiguió con acento
enérgico y apasionado-. ¿Por qué no la tiene el arzobispo en su mitra, el rey en su corona o el diablo entre sus garras?
Gustavo Adolfo Bécquer
Si el archivero supuesto tales simpatías merecía al fingido Álvarez, Álvarez a Pérez le tenía frito, y ya Pérez le hubiera provocado abiertamente si no hubiera advertido que era hombre
enérgico y, probablemente, de más puños que él.
Leopoldo Alas
No queriendo dar a entender que desconocía este
enérgico modo de anunciarse, ni desairar el agasajo de quien sin duda había creído hacérmele más que mediano, dejándome torcido para todo el día, traté sólo de volverme por conocer quien fuese tan mi amigo para tratarme tan mal; pero mi castellano viejo es hombre que cuando está de gracias no se ha de dejar ninguna en el tintero.
Mariano José de Larra
Concentración de los varones de vedas, biblias y coranes, en el colmo de sus afanes, en el logro de sus acciones, tu floración de flotaciones tendrá un perfume latino. En el primitivo crisol, Roma influyó en tu destino, cuando a través del español puso su
enérgico metal.
Rubén Darío
por Extraordinario la confirmacion de este Triunfo enérgico, cuyos pormenores interesantes he hecho extractar por la brebedad del tiempo, omitiendose uno ú otro detall, que excita poco nuestra curiosidad y atencion.
El oxígeno, principio de la combustión y vehículo del calor, era absolutamente necesario para la vida animal, y constituía el agente más poderoso y enérgico en la naturaleza.
Me incorporé a sus fuerzas en Agua Prieta, Sonora, comandando el 22 Regimiento de Caballería y he tenido mil oportunidades de tratarlo. Reconozco en él sus cualidades como político enérgico y también su sensibilidad humanista ante las necesidades del pueblo.
Artículo reformado DOF 11-12-1995 CAPÍTULO II Principios Generales de Disciplina Militar Denominación del Capítulo reformada DOF 10-12-2004 (reubicación) Artículo 5o.- El militar debe proceder de un modo legal, justo y enérgico en el cumplimiento de sus obligaciones, a fin de obtener la estimación y obediencia de sus subalternos.
El poder público ha venido tolerando esta clase de actividades porque desea que unos y otros sectores de los que disputan en esta lucha de intereses públicos, se den cuenta, por las propias consecuencias de sus actos, de la gravedad de ellos y mediante una severa auto-crítica y un enérgico movimiento de cordura, corrijan sus defectos, refrenen sus ímpetus irreflexivos cuando de intereses políticos se trata y sientan principios de generosidad cuando la unión y no la división de los elementos proletarios sea su deber.
-Es un inepto, ahora lo vamos a ver -decían unos. -No sabe hablar, pero es un hombre enérgico. Es lo que necesitamos -interrumpía alguno.
Nosotros no venimos a decir aquí que los bancos no han cometido ninguna falta, nosotros ya se ha dicho, venimos a defender el principio de respeto al principio de que la actividad económica debe ser predominantemente a cargo y como una actividad de los particulares. El gobierno como rector de toda la economía, eso sí, rector celoso, rector enérgico, pero rector.
Como puede observarse, el Secretario General parecía dispuesto a ser enérgico en el logro de una respuesta definitiva de las partes, independientemente de que la misma pudiese conducir a una solución rápida y pacífica de la crisis.