Esta contrariedad, reagravada con el fusilamiento que hacían los españoles de aquellos a quienes sorprendían con cartas en clave, traía inquieto y pensativo al
emprendedor caudillo.
Ricardo Palma
Pero otro peligro corre, acaso, nuestra América, que no le viene de sí, sino de la diferencia de orígenes, métodos e intereses entre los dos factores continentales, y es la hora próxima en que se le acerque, demandando relaciones íntimas, un pueblo emprendedor y pujante que la desconoce y la desdeña.
Sin embargo de su genio
emprendedor, de su honradez y de su constancia para el trabajo, Alonso Escoto se veía perseguido por la fatalidad.
Ricardo Palma
Los súbditos también deseaban mucho que viniese el heredero, porque temían que si los reyes Bonoso y Serafina morían sin tener hijos, el rey de un país vecino, que se llamaba el país de Malaterra, se empeñase en conquistar a Colmania, lo que haría sin duda alguna, porque era un rey muy
emprendedor y ambicioso y muy aficionado a dar batallas.
Emilia Pardo Bazán
Mientras tanto, estuve tarareando una musiquilla que reconocí -a otro le hubiese quizá sido imposible- como el aria de Las bodas de Fígaro: «Si el señor conde quiere bailar…, quiere bailar…, dígnese indicá_melo y yo tocaré.» Durante toda la tarde me había sentido de excelente humor,
emprendedor y.provocativo, y había hecho blanco de mis bromas al camarero y al cochero, supongo que sin llegar a ofenderlos.
Sigmund Freud
Así, pues, añadiré que el análisis revela los tres fragmentos de mi sueño como impertinentes jactancias, derivación o desahogo de una manía de grandezas ha largo tiempo reprimida en mi vida despierta, pero que se atreve a llegar con algunas ramificaciones hasta el contenido manifiesto de mi sueño (me felicito de mi habilidad) y explica perfectamente mi estado de ánimo,
emprendedor y provocativo, de la tarde anterior al mismo.
Sigmund Freud
Era Sebastián Gaboto uno de los más célebres astrónomos venecianos; hombre de distinguido mérito, genio emprendedor y valor arrojado; el que cambió el nombre del río de Solís que le diera su ilustre descubridor, por el de Río de la Plata.
Aunque oriundo de Oñate, en Guipúzcoa, y de noble familia, que lucía por mote en su escudo de armas esta leyenda:— Piérdale todor sálvese la /lowm,— había pasado gran parte de su juventud en Andalucía, donde su destreza en domar caballos, y su carác- ter pendenciero y emprendedor le habían conquistado poco envidiable fama.
Tanto más gloriosa será nuestra empresa cuanto mayores dificultades encuentre su genio emprendedor y una constancia en los trabajos son el verdadero imán para atraer el buen éxito.” “Los portugueses se hallan ya en el Cerro Largo en número de 4000 y aunque éste aumente, nada importa porque no han de conseguir el destruirnos.” “Combiene pues que usted comboque a todas las gentes de su Jurisdicción y que todos tomen sus armas para defender sus personas y bienes sin que sirva de obstáculo ninguna otra atención, pues a ésta debe preferirse la de la Patria.
En tercer lugar, se ha marcado el objetivo de abrir estos sistemas al mundo exterior, lo que exige reforzar los lazos con la vida laboral, con la investigación y con la sociedad en general, desarrollar el espíritu emprendedor, mejorar el aprendizaje de idiomas extranjeros, aumentar la movilidad y los intercambios y reforzar la cooperación europea.
En estas circunstancias empezó su carrera militar un hombre, que dotado de un genio activo, emprendedor y osado, y aprendiendo el arte de la guerra en medio de las turbulencias que agitaron la Monarquía á la entrada del siglo, se hizo capaz de representar un gran papel en el teatro de la Europa, y volver á la Nación una parte del lustre que había perdido.
Don Jaime de Mequinenza, barón de lo mismo, capitán que había peleado por los intereses de Luis XIV, era a la sazón un hombre de treinta y cinco años, alto, hermoso, rudo, valiente,
emprendedor, poco letrado, pero locuaz en extremo y muy aficionado a las aldeanas bonitas.
Pedro Antonio de Alarcón