ARTÍCULO 94º - Cada Cámara podrá hacer venir a su recinto a los Ministros del Poder Ejecutivo para pedirles los informes y explicaciones que estime convenientes, citándolos con un día de anticipación, por lo menos, salvo los casos de urgencia y comunicándoles en la citación los puntos sobre los cuales deban informar.
-¡Aquí está la lana!-pensó entusiasta. -Este es el Recinto del Buey de la Montaña. Empuja la losa que ves al frente y se moverá.- Así lo hizo y la enorme piedra se desplazó.
Plan que se seguirá en nuestra Manifestación de protesta dentro del Recinto de la Universidad Católica ANDRÉS BELLO, hoy 21 de Noviembre de 1957: A las 8:00 a.m.
Entra, por fin, en la Basílica; cruza las naves, desciende la escalera dorada que conduce a la cripta, y mientras a sus espaldas la guardia brega para reprimir el empuje del torrente humano que pugna por arrimarse a la balaustrada, en el
recinto descubierto, más bajo que la multitud, el Papa queda solo.
Emilia Pardo Bazán
¿Por qué se permitió que diputados del Congreso de la Unión se organizaran para ocultar a un prófugo de la justicia, acusado de tener vínculos con el crimen organizado y lo introdujeron al recinto que debería ser el más honorable de la patria porque en él reside la representación plural del pueblo y terminaran dándole fuero y después aceptando su realidad criminal en dos vergonzosos sainetes?
«Cuando llegues --le dijo-- a aquella parte que cerca está del mágico recinto, vendrá el encantador allí a buscarte, en nada a aquel que amas más, distinto, simulando ante ti con su mala arte que alguno lo hace entrar al laberinto, a fin de que hasta él también tú vengas y en vano, como el resto, te entretengas.
Llegaban a la misa siguiente. Y aunque el
recinto sacro se iba llenando otra vez, el enlutado permanecía en su sitio de siempre. Cuando se dio cuenta que la iglesia al fin reabundaba en fieles, continuo su labor de desplazamiento hacia el altar, de manera semejante a como la había hecho con anterioridad: Empellón tras empellón y sin disculpas.
Antonio Domínguez Hidalgo
Asombrado contemplaba todo aquello cuando escuché, un ronco y grueso vozarrón que hizo estremecer el recinto y a mí me fulminó de sobresalto: —¿Quién eres tú, insignificante enano y qué haces en mi reino, el reino del Magno Efrit?
Así pues aislados esos perversos en el corto recinto de la Capital que oprimen, no han podido conmover las fieles y ricas Provincias que componen su distrito, antes sí enardecidas de tan criminal conducta, le han manifestado su desprecio y aversión, ocurriendo a esta Superioridad, no solo por auxilios para rechazar cualquier hostil empresa a que pudiera arrastrarlos la ilusión y ceguedad; sino también a una formal agregación a este Gobierno, del mismo modo que lo estaba antes de la erección de aquel Virreynato: así lo han solicitado por los mas expresivos oficios el Señor Presidente de Charcas, su Real Audiencia, M.
La tenue luz de los faroles de la calle penetraba iluminando la oscurecida estancia y un anuncio de foquitos multicolores invadía con sus movimientos aquel recinto.
Entraron algunos clérigos que venían para cantar un entierro. El seminarista vistióse el roquete, y el sacristán vino a entregarle el incensario: El humo aromático llenaba el vasto recinto.
Los demás libertadores de América, inclusive Bolívar, - a quien no puedo nombrar, y menos en este recinto a esta hora, sin rendir a su memoria el tributo fervoroso de mi admiración – se comprometieron, aún sin saberlo ni pensarlo, en el incendio de la Revolución que había comenzado en 1810 por ser local y derivar de bandos igualmente respetables de Juntistas y Regentistas.