Pocas veces son dichosos los avisos saludables en poder de los tiranos. No es nuevo en ellos tomar el buen advertimiento para olvidarle, ni poco antiguo perderse por haberle olvidado.
El hombre euroasiático africano y sus herederos de América, alienado en su conciencia por intereses particulares ha llegado a perderse en ello y piensa que el progreso industrial, urbano y consumista lo es todo.
De súbito la noche entristecida siente que alguien la acosa, y asustada corre, corre temiendo por su vida, corre a perderse en la insondable nada.
Es peligroso para aquellos seres desprovistos de una instrucción sólida, perderse en el misticismo; pero no lo es para el que está acostumbrado a la lectura y estudio de las ciencias positivas.
Entonces, ¿por qué ruges, magnífico y bravío, por qué en tus rocas, impetuoso, crujes y al universo asombras con tu inmortal belleza, si todo ha de perderse en el vacío...?
Y todos guardaban sumisamente, como domeñados, el momento de llegar a la ventanilla de préstamos para obtener lo que tanto ansiaban, a costa del sacrificio de ver
perderse entre el amontonamiento de objetos, lo que tal vez era muy preciado y por lo cual les sería adjudicada alguna miserable cantidad.
Antonio Domínguez Hidalgo
Los ayes desgarradores del moribundo se mezclaban con los de la bestia mecánica para
perderse unidos en los imperceptibles remolinos del espacio.
Antonio Domínguez Hidalgo
Sólo nuestros abuelos AZTECAS-MESHICAS-TENOCHCAS, que así se les llamaba según la fase por la que atravesaba su peregrinación: Al iniciar, AZTECAS; al caminar, MESHICAS; al llegar, TENOCHCAS, habían comprendido, junto con los hermanitos de TEZCOCO, la necesidad de reunir, darle vida y fecundar aquello que corría el riesgo de perderse y que constituía una herencia maravillosa de saberes.
a Municipalidad de la Asunción del Paraguay a sus habitantes reunidos en Congreso: Se os ha congregado en esta capital y este lugar, amados conciudadanos, para haceros saber que el pueblo de Buenos Aires, receloso de la confusión que pudiera introducir en estas provincias un gobierno ilegítimo que suponían en la España, fundado en las noticias conducidas por un barco inglés, o en el trastorno y peligros en que nos hallaríamos, si llegase a perderse aquella metrópoli, como se temieron por las referidas noticias.
El pueblo y la soldadesca estaban apeñuscados en torno al patíbulo, mientras disipábase el humo de la descarga y prorrumpía el populacho en broncos gritos cuyos ecos fueron a perderse en la tahona de Sico y los molinos de Pelayo.
Todo el esfuerzo de varias generaciones, toda la tarea de la nuestra, todo el horizonte de nuestros hijos, puede perderse si no damos los pasos definitivos para consolidarnos como un país de leyes.
En las noches de verano pasaban horas enteras contemplando la claridad de la luna, y aquel movimiento de las aguas que se llama mar. De tiempo, en tiempo, se veía cruzar una canoa por la cristalina corriente, y perderse en los recodos de la costa.