andar por

Traducciones

andar por

يَزوزُ

andar por

stavit se

andar por

besøge

andar por

ausreichen

andar por

kiertää

andar por

passer

andar por

posjetiti

andar por

visitare

andar por

皆に行き渡る

andar por

들르다

andar por

dra rundt

andar por

obejść

andar por

visitar

andar por

gå runt

andar por

ไปเยี่ยม

andar por

idare etmek

andar por

viếng thăm

andar por

到处走动
Ejemplos ?
Después de andar por ásperos confines, movida del temor, con pasos yertos, topó un guerrero al pie de una ribera, mas por ahora os callaré quién era; y vuelvo a la mujer que al paladino a no dejarla sola allí le exhorta, y pide hacer con él todo el camino.
Juan y su compañero no quisieron entrar enseguida en la ciudad, sino que se quedaron fuera, en una posada, para asearse, pues querían tener buen aspecto al andar por las calles.
Para quien tenía buena vista, resultaba hermosísima. Los senderos laterales estaban también algo iluminados, lo suficiente para no andar por ellos a ciegas.
Ustedes van a ver el desarrollo de la industria aeronáutica; la Argentina fue uno de los primeros países del mundo en desarrollar aviones a propulsión, el Pulqui debe andar por ahí; también deben estar los vectores; más de cien hechos industriales en nuestro país.
Pero he aquí que los mil seiscientos hijos del pedernal comenzaron a aburrirse de tanto andar por los mismos recovecos y, en vista de que los hombres gigantescos que habían existido sobre la tierra habían sido devorados por TEZCATLIPOCA convertido en jaguar, hacía muchos siglos, los duendecillos decidieron crear algo para beneficiar al mundo.
22º Otrosí, dijeron que por cuanto las calles de esta ciudad están robadas(1), barrancosas y tales que con gran trabajo e dificultad se pueden andar por ella a pie ni a caballo...
Ítem, se ordena que anocheciendo no sean osados ningún negro ni negra o indio (al) andar por bajareques, ni entrar en cocina alguna, ni estar sospechoso, so pena de cien azotes, y tres días de Cárcel y trasquilado.
Ítem, se ordena y manda que no se consienta andar por las calles cabras, carneros ni otro ganado alguno, so pena de que por cada una cabeza que pagará su dueño un real de pena por el daño que se hacen en la Ciudad.
«¿Cómo voy a explicarme?» –pensó Kovaliov–, y luego, sacando fuerzas de flaqueza, comenzó: – Claro que yo... Por cierto, he de decirle que soy mayor y eso de andar por ahí sin nariz, como usted comprenderá, es indecoroso.
Yo le cerré los ojos y fui con ella hasta la sepultura; allí la dejé para no verla más, aunque no tengo perdida la esperanza de verla antes que me muera, porque se ha dicho por el lugar que la han visto algunas personas andar por los cimenterios y encrucijadas en diferentes figuras, y quizá alguna vez la toparé yo, y le preguntaré si manda que haga alguna cosa en descargo de su conciencia .
Embebido en mis pensamientos, me sorprendí varias veces a mí mismo riendo como un pobre hombre de mis propias ideas y moviendo maquinalmente los labios; algún tropezón me recordaba de cuando en cuando que para andar por el empedrado de Madrid no es la mejor circunstancia la de ser poeta ni filósofo; más de una sonrisa maligna, más de un gesto de admiración de los que a mi lado pasaban, me hacía reflexionar que los soliloquios no se deben hacer en público; y no pocos encontrones que al volver las esquinas di con quien tan distraída y rápidamente como yo las doblaba, me hicieron conocer que los distraídos no entran en el número de los cuerpos elásticos, y mucho menos de los seres gloriosos e impasibles.
Con equidad para todos los derechos, con piedad para todas las ofensas, con vigilancia contra todas las zapas, con fidelidad al alma rebelde y esperanzada que la inspira, la revolución no tiene enemigos, porque España no tiene más poder que el que le dan, con la duda que quieren llevar a los espíritus, con la adulación ofensiva e insolente a las preocupaciones que suponen o halagan en nuestros hombres de desinterés y grandeza, los que, so capa de amar la independencia de su país, aborrecen a cuantos la intentan, y procuran, para cuando no la puedan evitar, ponerse de cabeza, dañina y estéril, de los sacrificios que ni respetan ni comparten. Para andar por un terreno, lo primero es conocerlo.