Beyond Good & Evil 20th Anniversary Edition - Análisis

Más alicientes de lo que parece a simple vista

A finales de 2003 el genio detrás de Rayman, Michel Ancel, creaba uno de los juegos más especiales de principios de milenio. Una gran aventura en un planeta muy, muy lejano en la que humanos y animales trataban de sobrevivir los ataques alienígenas de los malvados DomZ. Con un aspecto muy potente para la época, Ancel y compañía se las arreglaban para crear algo único y especial que ocultaba bajo su belleza gráfica una crítica al capitalismo y al poder de los medios de comunicación.

Érase una vez en Hillys

Beyond Good & Evil: 20th Anniversary Edition nos lleva de nuevo a una pequeña isla en la que la fotógrafa profesional Jade y su tío Pey'J regentan un orfanato en un bucólico faro. Los recientes ataques alienígenas han dejado a muchos niños sin hogar, lo que lleva a nuestros protagonistas a dejarse la piel por darle una vida decente a los pequeños e intentar que no les falte de nada. Poco a poco, según avanzamos en la aventura, Beyond Good & Evil va profundizando en su mundo y su historia mientras va presentando sus distintos escenarios y mecánicas. Unos escenarios tan evocadores como el propio mundo de Hillys y que muestran un trabajo de diseño y una dirección artística que ya nos hizo soñar hace casi 21 años.

Nuestra heroína y protagonista principal, Jade, pronto tendrá que mancharse las manos y demostrar su valía no sólo como fotógrafa, sino también como luchadora, piloto de carreras, mecánica, investigadora y, sobre todo, reportera. Lo que empieza siendo una sencilla misión para ganar dinero con el que pagar la electricidad de los escudos del faro, pronto se complica y acaba con Jade entrando en contacto con distintas facciones, investigando oscuras conspiraciones e incluso saliendo al espacio en busca de la verdad.

Una aventura muy especial

Beyond Good & Evil me enamoró en su momento y es, junto a Omikron: Nomad Soul y Jak 3, uno de los juegos del entorno de los 2000 que más veces he jugado. Su formato, lejos de un único género, mezclaba mecánicas de combate, sigilo, conducción, exploración, puzle y leves toques de aventura gráfica para crear una completa experiencia en la que no faltaban los minijuegos. La sensación final de estar jugando sin saber qué encontrarías a continuación, de querer explorar hasta el último rincón para fotografiar animales, buscar nuevos retos a bordo de tu bote o conseguir perlas para mejorar tu vehículo, nos dejó una propuesta tan íntima y personal que era imposible resistirse a ella.

Ancel y compañía habían creado un mundo maravilloso, el principio de una saga que invitaba a soñar con su futuro. Lejos de contentarse con poner a la protagonista en medio de un escenario e invitarla a saltar y pelear, Beyond Good & Evil nos invitaba a involucrarnos con su mundo en todas las facetas del mismo: hablando con otros personajes, haciendo fotos de animales para ganar dinero, buscando secretos y tesoros ocultos que, en forma de perlas, nos permitirían avanzar en la aventura, derrotando villanos terribles e infiltrándonos en cuevas y cuarteles secretos plagados de miembros de las fascistoides secciones Alpha, supuestos protectores del planeta.

Otra forma de hacer las cosas

Todo en Beyond Good & Evil estaba cuidado al milímetro. Desde el menú de inventario en el que podíamos intercambiar objetos entre compañeros y el digitalizador estilo Pip Boy, el S.A.C.O. que nos permitía digitalizar los objetos y acceder a ellos de forma natural, hasta un sistema de claves que ofrecía una interesante espiral en la que elegir los números y letras que abrirían la cerradura. La cámara se convertía en una poderosa herramienta que, más allá de hacer fotos, nos servía para interactuar con distintos elementos, escanear dispositivos y ver cómo algunos personajes posaban o hacían gracietas ante el visor.

El mimo por los detalles incluía frases de diálogos al golpear sin querer -o queriendo- a los aliados, todas ellas dobladas al más que correcto castellano con grandes talentos interpretativos como Iván Muelas, Luis Manuel Martín Díaz, Licia Alonso, Fernando Hernández y la brillantísima Beatriz Berciano haciendo doblete. Un doblaje de auténtico lujo, más si tenemos en cuenta la época, al que se unía una banda sonora alucinante con algunas de las canciones vocales más tremendas y desquiciantes que he escuchado en un videojuego.

Más allá de lo auditivo y del mimado diseño de escenarios, tanto en lo visual como en lo jugable, Beyond Good & Evil convertía su propuesta de juego en un conjunto de rompecabezas que afectaban a todos los elementos. Desde la forma de sacar la foto perfecta a esa esquiva criatura hasta el trazado que nos permitiera ganar las últimas carreras, desde cómo seguir avanzando por el escenario hasta qué paso dar para seguir la aventura. Todo requería mucho por parte del jugador con unos mapas complejos, la ausencia de marcadores en pantalla y unos aliados dispuestos a hablar contigo en cualquier momento para ayudarte a encontrar la pista que te permitiera continuar.

Ahora sí, ¿Qué hay de nuevo en la 20th Anniversary Edition?

Beyond Good & Evil: 20th Anniversary Edition toma todo lo que el equipo de Ancel y Ubisioft hicieron bien hace casi 21 años y le da un lavado de cara para adaptarlo a las necesidades actuales. El juego sigue siendo el mismo, con mejores gráficos, mejor resolución y, sobre todo, mejor rendimiento; sin embargo, en lo importante, la experiencia apenas ha cambiado, y lo que se ha añadido ha sido para mejor. Salir del perímetro de defensa de Hillys al mar abierto en busca de ballenas bajo un cielo plagado de estrellas es ahora más impactante que nunca, sobre todo si activas la brújula y pasas a primera persona en el bote. Algunos escenarios son ahora aún más tremendos, y aunque se mantiene ese toque de polígonos, Jade ha mejorado su expresividad, Zerdy tiene mejores animaciones y todo es, en definitiva, mejor. A esto se añade un modo Speed Run que en lo personal no me ha llamado la atención pero que hará las delicias de quienes, conociendo el juego, quieran picarse por ver cómo acortar los tiempos.

Los grandes cambios de esta Beyond Good & Evil: 20th Anniversary Edition, lo que la convierten en todo un regalito para los que llevamos años enamorados de esta gran aventura, vienen en forma de mimos a los fans. El primero una completísima galería especial de 20 aniversario en la que podemos disfrutar de bocetos originales, la historia detrás del diseño de Jade, la gran aventura de su desarrollo y varios vídeos e incluso anuncios originales de 2002. Una de las galerías más completas que he visto en una edición aniversario y que está ahí para que la disfrutes sin necesidad de desbloquear contenidos con token ni historias raras. Bien por Ubi aquí.

El segundo motivo o el segundo gran cambio que incluye Beyond Good & Evil: 20th Anniversary Edition es una nueva misión en el último tramo de juego que, a modo de búsqueda del tesoro, explica mucho mejor el pasado de Jade y evita que nos desesperemos buscando perlas. A la vez, conecta de forma magistral el primer Beyond Good & Evil con esa segunda parte que, según Ubisoft, continúa en desarrollo.

Básicamente, llegados a cierto punto del juego, encontraremos un mapa del tesoro con un objeto que nos dará pistas para abir un cofre en el que se encuentra el siguiente mapa del tesoro con la siguiente pista... y un disco que nos presenta a la tripulación de la nave en la que vivían Jade y su familia. Cada disco presenta a un personaje que ya conocemos de los vídeos de Beyond Good & Evil 2, y hay sorpresa final con un objeto que, colocado en el lugar necesario, nos permitía conocer a alguien muy especial del pasado de Jade. Se trata de una hora extra de juego, pero muy bien metida, que deja mejor envuelto el mensaje y da esperanzas sobre la futura entrega de la saga.

¿Merece la pena?

En noviembre de 2003 Beyond Good and Evil colocaba las piezas de una futura saga muy potente y sorprendía al público con una gran aventura irrepetible que sigue siendo toda una experiencia a día de hoy. ¿Sus claves? Una historia con un potente factor humano, unos personajes de los que era imposible no enamorarse y un amplio universo que nos susurraba al oído la promesa de un futuro prometedor. Casi 21 años después, la edición 20 aniversario toma todo esto, le da un lavado de cara y añade nuevos elementos para completar una experiencia redonda que consigue aumentar el deseo de ese Beyond Good and Evil 2 que seguimos esperando con tantas ganas que casi duele.

Así que... ¿Merece la pena? Obviamente sí. Beyond Good & Evil: 20th Anniversary Edition toma todo lo bueno del juego original y lo trae de vuelta con aspecto renovado, mejor rendimiento y muchos contenidos para el fan. No es un remake ni ninguna locura, el combate sigue siendo pochete y es un juego de más de 20 años, pero la experiencia en conjunto es tremenda. Una auténtica gran aventura en un mundo misterioso con unos personajes únicos, muchas sorpresas y una forma de entender el videojuego que confía en el jugador y se aleja de ser una sola cosa para intentar cubrir todos los aspectos de la experiencia. Un regreso más que agradable a tiempos más antiguos, menos frenéticos y más profundos.

El veredicto

Beyond Good & Evil: 20th Anniversary Edition toma una de las mejores obras de Michel Ancel y recupera su formato multigénero en un momento muy diferente del videojuego. Pura acción de principios de milenio en una gran aventura que mezcla mecánicas para seguir sintiéndose tan fresca y tan potente como hace casi 21 años. Ubisoft prepara el terreno para su Beyond Good and Evil 2 con una potentísima galería cargada de contenidos, un nuevo modo Speed Run y una nueva misión en el tramo final que explica mejor la historia de Jade y su naturaleza.

En este artículo

Análisis de Beyond Good & Evil: 20th Anniversary Edition – Conexiones con el futuro de la saga

8
Muy bueno
Beyond Good & Evil: 20th Anniversary Edition prepara el salto a una secuela que llevamos más de quince años esperando
Beyond Good & Evil 20th Anniversary Edition