Jump to ratings and reviews
Rate this book

Przywiązania

Rate this book
Osiemdziesięciopięcioletnia Vivian Gornick ma w Ameryce status literackiej gwiazdy. Sławę przyniosły jej właśnie Przywiązania, które wydała w 1987 roku. Można powiedzieć, że była prekursorką stylu, który wówczas określano mianem „dziennikarstwa osobistego” (personal journalism) – pisarstwa, w którym autobiografia staje się punktem wyjścia do poszukiwania uniwersalnego znaczenia zjawisk i zdarzeń, a to, co prywatne, ujmowane jest jako kulturowe i polityczne. W "Przywiązaniach" Gornick opisuje doświadczenie bycia podwójną outsiderką – kobietą i Żydówką, w dodatku pochodzącą z klasy robotniczej. Stawia pytanie o to, kim jest i kim może być w naszej kulturze kobieta, gdy nie definiuje się w relacji do mężczyzn – jako żona, wdowa, rozwódka, kochanka.

280 pages, Hardcover

First published April 1, 1987

About the author

Vivian Gornick

43 books933 followers
Vivian Gornick is the author of, among other books, the acclaimed memoir Fierce Attachments and three essay collections: The End of the Novel of Love, Approaching Eye Level, and, most recently, The Men in My Life. She lives in New York City.

Ratings & Reviews

What do you think?
Rate this book

Friends & Following

Create a free account to discover what your friends think of this book!

Community Reviews

5 stars
5,303 (34%)
4 stars
6,225 (40%)
3 stars
3,059 (20%)
2 stars
543 (3%)
1 star
131 (<1%)
Displaying 1 - 30 of 1,749 reviews
Profile Image for Laura.
110 reviews354 followers
November 10, 2017
Vivian Gornick es una narradora brutal. Este libro me ha dejado hecha mierda, lo confieso, pero también enamorada de esta mujer.
Profile Image for julieta.
1,226 reviews30.6k followers
January 26, 2018
Si! Cada tanto leo algún libro que no quisiera terminar. De esos que te hacen sonar ecos en las emocione, y logran mover todas las fibras. Es una maravilla. Autobiografía, pero como deben ser, con una descripción exacta de sus propias caídas, sus recuerdos, sus relaciones, su búsqueda de ser escritora. Es bellísimo, y lo recomiendo a todo el mundo, y a las mujeres que no han construido su vida en base a ninguna formula, sentirán algo conocido en ese miedo y esa fuerza que tienen el tomar el camino por las riendas.
Profile Image for Guille.
853 reviews2,288 followers
April 29, 2024
“Viví en aquel bloque de pisos entre los seis y los veintiún años… lo único que recuerdo es un edificio lleno de mujeres. Apenas recuerdo a ningún hombre”
En efecto, la cosa va de mujeres —los hombres solo sirven de excusas temáticas—, en concreto, de Vivian Gornick, una mujer judía que creció junto a dos modelos que no quería repetir y que odiaba descubrir en sí misma: su madre, para quién el amor era lo más importante en la vida de una mujer, y una gentil casada con un judío que vivía en el mismo edificio y que “no conocía otra manera de sentirse mejor que provocando el deseo a su paso”.
“Nettie quería seducir, mamá quería sufrir y yo quería leer”
Madre e hija nunca se llevaron bien. A pesar de ello, ambas disfrutan de sus paseos por las calles de Nueva York. Mientras conversan y recuerdan su vida junto a aquellas familias judías con las que compartían un bloque de pisos en el Bronx, los lectores vamos descubriendo cuánto se parecen madre e hija a pesar de todo.
“… dos mujeres con inhibiciones sorprendentemente similares unidas en virtud de haber vivido una dentro de la esfera de la otra casi la totalidad de nuestras vidas… llevamos toda la vida confusas acerca de quiénes somos, y cómo llegar a serlo…”
La madre desplegaba una fuerte personalidad, tuvo una juventud muy activa políticamente y, no obstante, eligió, primero, vivir en el AMOR a su marido (“Un sentimiento elevado, de naturaleza espiritual y tinte moral”) y después, tras su muerte, en el sufrimiento sin él. Ahora siente que no vivió la vida que le estaba destinada, una profunda carencia que le lleva incluso a sentir celos de la vida que lleva su propia hija, a no valorar nunca explícitamente sus logros, a criticar constantemente sus relaciones. Como había renunciado a todo lo demás, se aferraba a ese dolor del mismo modo que una parte importante de la comunidad judía vive confortablemente alojada en su “tragedia” (”Somos un pueblo maldito… Periódicamente somos destruidos, volvemos a plantar cara a la adversidad y renacemos. Ese es nuestro sino”), una “tragedia” que, creen, les confiere un halo de superioridad sobre el resto de los mortales.
“Incapaz de obtener lo que esperaba de la vida, lo que pensaba que le hacía falta, lo que sentía que le era debido, mi madre desapareció bajo un manto de infelicidad. Bajo este manto se sentía frágil, inválida y digna de lástima… En secreto, consideraba su estado de depresión como una muestra de sensibilidad, de que poseía sentimientos más intensos y un espíritu refinado.”
Gornick, por su parte, parece culpar a la madre de su estado (“Me siento desolada, sin dirección ni objetivo en la vida… Mi madre se da cuenta de que me he hundido. No dice nada. Seguimos caminando, ninguna de las dos abre la boca”), le echa en cara aquella atmósfera de dolor que envolvió su adolescencia y que dominaba en buena parte sus acciones, tanto que, como acto de rebeldía, buscó la amistad de la tan criticada por su madre vecina Nettie, una mujer que no sabía ni quería ocuparse de la casa ni de su hijo y que solo se sentía segura en compañía de hombres. Tres mujeres que forman un triángulo de amor-odio en el que “cada una identificaba en las otras un repertorio de rasgos indeseables de los cuales se mantenía apartada”, una enganchada a la “práctica diaria de la seducción”, otra necesitada de AMOR pero que encontró su refugio en el DOLOR, y la tercera, Gornick, sublevada frente al destino de tener una “vida femenina ideal y corriente” sin poder desprenderse completamente de esa idea, que no podía procurarse un “matrimonio decente” ni apartarse totalmente de él.

Esta ambivalencia, estos “apegos inadecuados”, iban a marcar sus relaciones con los hombres, a los que echaba la culpa de sus fracasos sentimentales, a los que les reprochaba que tuvieran miedo de mujeres como ella, con los que con frecuencia mantenía relaciones basadas casi exclusivamente en el sexo.
“Si un hombre era bajo o estúpido o inculto o extranjero, me sentía lo suficientemente superior como para arriesgarme a abrirme a la ternura. Podía sentirme incómoda en el ámbito social, pero me hallaba liberada”
En definitiva, un texto valiente y potente sobre las relaciones madre-hija y sobre el proceso de cambio que se ha venido produciendo en las mujeres a lo largo de las últimas décadas a la hora de determinar lo que es importante en sus vidas y de establecer la nueva forma de relacionarse con los hombres.
“No he tenido éxito. Ni en el amor ni en el trabajo, ni en mis esfuerzos por llevar una vida ejemplar. También es cierto que no he tomado decisiones, no he tomado partido, que en mi vida he avanzado a traspiés porque estaba enfadada y tenía celos del mundo que quedaba fuera de mi alcance. Pero ¡aun así! ¿Es que no merezco reconocimiento por haber dado con una buena idea, mamá? ¿La de que una debería intentar vivir su propia vida? ¿Eso no cuenta, mamá? ¿Eso no cuenta nada, mamá?”



P.S. No quiero terminar el comentario sin traer aquí un bello texto sobre Gornick y su proceso de creación y lo que ello significó en su vida:
“Estaba escribiendo un ensayo, un artículo de crítica del doctorado que, sin previo aviso, había dado como fruto una idea, una idea radiante y bien definida. Las frases comenzaron a abrirse camino en mi interior, pugnando por salir, cada una moviéndose ágilmente para sumarse a la precedente. De pronto me di cuenta de que una imagen se había adueñado de mí: vislumbré con claridad su forma y su contorno. Las frases intentaban ocupar la forma. La imagen era la totalidad de mi pensamiento. En ese instante, sentí que me habría en canal. Mi interior se vació para dar cabida a un rectángulo de aire limpio y espacio despejado, que comenzaba en mi frente y terminaba en mis inglés. En el centro del rectángulo, solo mi imagen, esperando con paciencia para depurarse. Experimenté gozo cuando supe que nada más podría igualarlo. Ningún «Te quiero» del mundo podría tocarlo. Dentro de aquel gozo me sentía segura y erótica, emocionada y en paz, a salvo de cualquier amenaza o influencia. Comprendí todo lo que necesitaba comprender para poder actuar, vivir, ser.”
Profile Image for Michael.
655 reviews953 followers
February 11, 2020
Conversational and caustic, Fierce Attachments brings to life the writer’s dysfunctional, complex relationship with her mother. In clear-cut prose Gornick recollects sundry episodes from her working-class upbringing in the Bronx, her graduate studies in California, and her adult life in Manhattan, jumping around in time freely and often going on tangents. She tells of a widowed neighbor whose independence captivated her as a teenager, her father’s untimely death, and the men she’s fallen in and out of love with, but always she returns to reflecting on her bond with her mother, a forceful personality who often feuded with Vivian but also fought for her to earn an education, work, and experience more than she did, only to find that her daughter’s learning irreversibly put a wedge between them. The pacing is a bit rushed, but the memoir’s moving at its best and worth checking out.
Profile Image for Jennifer Welsh.
277 reviews305 followers
January 8, 2024
3.5 as a whole, with chunks of 5-star, often painful insights and humor. I prefer her essay books, and highly recommend Approaching Eye Level in particular.

This, however, was set in so many of my previous stomping grounds, I couldn’t help but enjoy the complete familiarity: one apartment of hers was around the corner from the first one I had with my husband; she walked with her mom in the neighborhood where I worked in the early aughts; and she grew up with her family in a neighborhood not far from where my grandpa grew up.

I went into this assuming Fierce Attachments was about her relationship with her mother. That is the frame that holds this work, but Gornick explores other attachments just as fully, including a mesmerizing neighbor in childhood, her mother’s attachment to her father, her own young and poorly matched marriage, her later affairs with men, and her attachment to writing as her life’s work. I plan to insert some impactful quotes at a later date.

I found the structure of this less sharp than her later works, which vibrate with a confidence in her craft. The insecurity, however, is fitting here, it’s just a more uneven experience.
Profile Image for Paula.
477 reviews257 followers
November 25, 2017
Entiendo este libro como una carta de amor de la autora a su madre y a todas las mujeres con las que creció y convivió a lo largo de su vida. Este libro tiene que leerse como es: una carta de amor a nuestras madres y a todas las mujeres con las que convivimos en nuestra vida.
¿Y los hombres?
Los hombres no estaban allí
Profile Image for Scarlet Cameo.
622 reviews397 followers
July 6, 2022
"La relación con mi madre no es buena y, a medida que nuestras vidas se van acumulando, a menudo tengo la sensación de que empeora. Estamos atrapadas en un estrecho canal de familiaridad intenso y vinculante: durante años surge por temporadas un agotamiento, una especie de debilitamiento entre nosotras. Después, la ira brota de nuevo, ardiente y clara, erótica en su habilidad para llamar la atención."

Pocas veces me encuentro con un libro que sea capaz de mostrar la disfuncionalidad de la relación madre-hija y, al mismo tiempo, lo fuerte que está puede ser. Generalmente, en la ficción, este tipo de relaciones son idealizadas, mostrando a madres e hijas como grandes amigas que, ocasionalmente, tienen desacuerdos o bien, como complicados nexos durante la infancia/adolescencia que al llegar a la adultez se van reparando, llegando al punto en que no necesariamente es ideal, pero es primordialmente pacífica y cargada de sororidad. Este es el estereotipo, pero las relaciones interpersonales son difíciles y, sí tienes más de 10 años, sabes que el amor no lo puede todo...especialmente cuando rivaliza con otros afectos.

"Una de las dos va a morir a causa de este apego."

Vivian Gornick hace una representación muy humana de como el vínculo sanguíneo no necesariamente lleva a las relaciones más sanas. De manera perfecta muestra como este lazo se entrama con el resto de las afinidades, aquellos que se comunican con Gornick y su madre, y como amistades, amoríos y sueños se convierten en obstáculos para la convivencia.

Todo el contexto de estas mujeres es expuesto para representar porque su relación llegó a ser la que es, como todo se conjuntó para llevar a esta tortura que es el amor que se profesan y como es que se llenaron de resentimiento la una hacia la otra. Es difícil hablar de que este parentesco pueda llegar a este punto, pero sucede. Compartir este tipo de interacción, que no necesariamente es la predominante pero, según mi experiencia, es más común de lo que parece, es romper con el mito, destrozar una fantasía: todos queremos sentir que los nexos irrompibles son los que más nos benefician, los que más nos aportan y los que más nos apoyan, pero no siempre es así y reconocerlo es prácticamente un tabú tan grande que ni siquiera nos atrevemos a aceptar que esto pasa.

Es ahí donde encuentro la importancia de este libro, aún cuando creo que no muchos puedan congeniar con lo que establece, es una conversación que es necesario plantearse al menos a uno mismo: ¿Cómo reconocer que hay obstáculos en la, debería de ser, nuestra relación más importante e influyente? ¿Cómo aceptar con buen agrado que la familia puede ser tóxica? Estas son preguntas que fueron creándose en mi cabeza al notar que lo que narraba Gornik llegaba a incomodarme, ese saltarse la norma y lo bello, para dar paso a una realidad escasa y desagradable puede llegar a ser desgarrador.

Más allá de la historia, hay algo que no se puede negar es lo bien que escribe Gornick. Esta mujer es brutal en la forma que narra, cada frase provoca la alegría, el dolor o el placer de lo que esta descrito; cada persona, inclusive aquellas que tienen poca relevancia, demuestra su valor para la vida de estas mujeres y cada lugar tiene su razón de ser. En pocas palabras, como debió de ser, dado que esto es una autobiografía (con algo de ficción, sí recuerdo correctamente).

Súper recomendado.

"Con una voz sorprendentemente libre de emoción [...] me pregunta:
-¿Por qué no te vas ya?¿Por qué no te apartas de mi vida? No voy a detenerte.
Veo la luz, oigo la calle. La mitad de mi est�� dentro; la otra mitad, fuera.
-Ya sé que no, mamá"
Profile Image for Ines.
322 reviews235 followers
December 27, 2019
Powerful, violent and extreme......the narrative presented here is really very strong, it enters you and attaches itself to you, it is then difficult to get it out of your thoughts. Gornick’s writing is bewitching and seductive, but at the same time, pages by pages, everything became poisonous...
This period was perhaps not suitable for me in front of books like these, where it is not really understood if everything is a reality of life, lived by the author or fiction passed off as reality...
The thing stinks




Potente,violento estremo......la narrazione qui presentata è veramente molto forte, ti entra dentro e ti si attacca addosso, si fa poi fatica a farla uscire dai propri pensieri. La scrittura della Gornick è ammaliante e seducente, ma allo stesso tempo, nello scorrere delle pagine, il tutto si è fatto velenoso...
Periodo forse non adatto per me di fronte a libri come questi, dove non si capisce effettivamente se tutto sia realtà di vita vissuta dall'autrice o finzione spacciata per realtà...
la cosa puzza
Profile Image for Juan Naranjo.
Author 11 books3,435 followers
October 27, 2019
Vivian Gornick nos cuenta su vida a través de las conversaciones que tiene con su anciana madre durante largos paseos por el Nueva York actual. Juntas transitan por medio siglo XX desgranando amores, vivencias y desencuentros que son testigos de la evolución del mundo. La autora y su madre discuten, se odian y se necesitan, exponiendo una relación tan tóxica como común en todas las familias independientemente de su etnia o cultura. Y nos hablan, a modo de personificaciones finiseculares, de todas las personas que han pasado por su vida, con sus miserias, y de cómo, de alguna forma, todas les transformaron.
Este libro tan cotidiano, tan costumbrista, es en realidad una novela épica, cruda, hiperrealista, en la que es imposible no encontrar rasgos de tu propio entorno y de tu propia biografía. Un diez para Vivian Gornick.
Profile Image for Teresa.
Author 8 books968 followers
March 2, 2019
I don’t usually read memoirs, but decided to read this one after enjoying Gornick’s The Odd Woman and the City: A Memoir (which is more than a memoir). In one way, this book is a precursor to the latter book, as it also takes us on walks and talks Gornick has with her mother. In another way, this is not like the later book (which I read first) at all in that it is much more (appropriately) claustrophobic, dealing with Gornick’s struggles to differentiate herself from her mother; to find the part where she begins and ends, as she says, and is only herself. She does a great job making this understandable to the reader, especially the single-mindedness of her instruction to me in hundreds of ways, over thousands of days, that love was the most important thing in a woman’s life (and that any marriage not like her own was not a good one).

Gornick’s struggle for autonomy is also her struggle to become a writer, to confront her fear of expanding the small rectangle inside of her--her metaphor for where thought clarifies and language grows and response is made intelligent... One day, in the Met, looking at Emil Nolde’s watercolors of flowers, paintings she’s viewed many times before, Gornick has an epiphany: I see the burning quality of Nolde’s intention, the serious patience with which the flowers absorb him, the clear, stubborn concentration of the artist on his subject. I see it. And I think, it’s the concentration that gives the work its power. The space inside me enlarges.

After reading The Odd Woman and the City, I wondered why Gornick didn’t mention her Jewish descent. This book gave me a possible answer when Gornick’s mother tries to coerce her into attending a remembrance of the Warsaw Ghetto uprising: I shake my head no. “Being Jewish can‘t help me anymore,” I tell her.

Another quote I liked:

When describing the building they lived in whose inhabitants were all Jewish except for two families (Irish and Russian), and the superintendent (Polish) and his wife, Gornick ruminates on the quietness of these minorities, as opposed to the voluble majority: That’s the main thing, I guess, about being a few among the many: it silences you.
Profile Image for HacheC.
168 reviews91 followers
January 10, 2018
"Toda una vida pasada- dice con voz queda.
Mi dolor es tan grande que no me atrevo a sentirlo.
- Exacto- digo sin énfasis-. No vivida. Sólo pasada."
Qué preciosidad de libro.
Profile Image for Anne .
457 reviews414 followers
December 16, 2020
3.5

I thought that I would like this book more than I did. Perhaps that's because I loved The Odd Woman and the City: A Memoir and expected it to be more of the same, which is unfair. The Odd Woman is a book about a lot of people and one place, New York City. In The Odd Woman Gornick is very thoughtful about herself, her relationship to her mother and about many other people and topics. Her thoughts are wide-ranging. On the other hand, Fierce Attachments is a rather claustrophobic book and not a memoir in the traditional sense. It is more of an internal dialogue; Gornick working out her feelings about her "fierce attachments" mostly to her mother, to men, and to another important woman from her childhood. She circles around and around through these relationships throughout the book and explores how these relationships impacted her ability to think and to work. I appreciated her ability to write very candidly, vividly and with great insight about herself and her relationships. It felt like Gornick was taking us along with her on her journey as she worked out her thoughts and feelings, gaining deeper and deeper insight. Most of the time, I enjoyed this journey; sometimes it felt a bit repetitious and I wanted to get out of her head. Still, Gornick is an incredible wordsmith and writer.
Profile Image for Alejandra Arévalo.
Author 2 books1,614 followers
February 29, 2020
Vivian Gornick no se tienta la palabra para hablar de todas las emociones que quizás a otras nos daría mucha vergüenza narrar. En este libro juega con su realidad, su existir como mujer y sobre todo como hija. El Apego feroz a su madre, a los hombres que le hacen daño, a una ciudad extraña. Además, entrelaza los recuerdos con su presente y nos encamina con ella y su madre por las situaciones más dolorosas en una ciudad que las observa y que ellas caminan esperando en esos pasos resolver todos sus conflictos. Su narrativa es quizás de las más honestas que he visto y me impresiona que no busca quedar bien con nadie, ni con ella misma.
Profile Image for Paula Mota.
1,246 reviews406 followers
Read
August 20, 2023
WITMonth2023

Eu abria a boca e o poder pertencia-me: podia lacerar, cortar, prender, arremessar, espancar e assaltar.

Fui levada pela boa estratégia de marketing de se estampar na capa que é o “melhor livro de memórias dos últimos 50 anos, segundo o The New York Times”, mas esqueci-me, antes de morder o isco, de ir verificar a opinião dos críticos deste jornal sobre “Apenas Miúdos” de Patti Smith, “Wild” de Cheryl Strayed, “O Ano Pensamento Mágico” de Joan Didion, “Uma Educação” de Tara Westover e “Castelo de Vidro”, de Jeannette Walls, todas obras autobiográficas que detestei ou abandonei. Ainda que numa obra de ficção não sinta necessidade de simpatizar com os protagonistas, quando há um pendor autobiográfico, tenho que me interessar pelo que sucede ao autor, o que não acontece com Vivian Gornick: nem gosto do que vi dela nem acho relevante grande parte do que ela conta.
Proveniente de uma família de judeus ucranianos, Vivian conta a sua infância e juventude passadas num prédio do Bronx e as suas interações com as vizinhas e as crianças que passavam os dias no bairro enquanto os maridos trabalhavam fora.

A cozinha, a janela, o beco. Era um ambiente onde ela estava enraizada, o pano de fundo contra o qual se destacava. Ali ela era esperta, divertida e enérgica, podia exercer autoridade e ter impacto. Mas sentia desprezo pelo seu ambiente. “Mulheres, fu!”, dizia. “Estendais e coscuvilhice”, dizia.

Vivian tem uma relação conflituosa com a mãe, uma mulher de outra geração, contraditória e teatral, mas tirando um ou outro momento realmente excessivo, acho mais condenável a atitude da filha adulta que troça do luto da progenitora do que a da mãe que já septuagenária ainda se preocupa se ela tem dinheiro para a renda ou se está suficientemente agasalhada.

Não sabe que sinto pessoalmente a sua ansiedade, que me sinto aniquilada pela sua depressão. Como podia saber? Nem sequer sabe que estou lá. Dissesse-lhe eu que para mim equivale à morte ela não saber que estou lá, e ela fitar-me-ia com aqueles olhos repletos de desolação perplexa, esta criança de 77 anos.

Vivian, como a maioria de nós, quer ser validada pelos seus entes queridos, mas o seu narcisismo roça a indiscrição cruel, como quando o pai, o grande amor da vida da mulher, morre inesperadamente. Ao contrário de Vivian, que não verte uma lágrima aos 13 anos, a mãe vive o luto de forma dramática e paralisante.

A viuvez proporcionou à minha mãe uma forma mais elevada de ser. Ao recusar-se a recuperar da morte do meu pai, tinha descoberto que a sua vida era dotada de uma seriedade que os anos passados na cozinha lhe haviam negado. (…) Chorar o meu pai tornou-se a sua profissão, a sua identidade, a sua persona.

Vivian cresce então desconfiada do amor avassalador, cepticismo esse que vai sendo agudizado pela carnalidade flagrante da vizinha do lado, Nettie, uma viúva gentia que recebe homens em casa.

Não era a minha mãe que dizia, a cada sopro seu, “A vida sem um homem é insuportável”? Não era Nettie que na verdade me dizia “Os homens não prestam, mas é preciso um”?

Estamos também perante um relato sobre o alargamento de horizontes providenciado pelos estudos e pela literatura…

Na sua cabeça, uma rapariga entrava por uma porta a dizer “faculdade” e saía por outra a dizer “professora”. “Estás a dizer que não és professora?” perguntou-me ela, com os olhos a arregalarem-se (…) “Não sou”, confirmei. “Então, o que é que andaste lá a fazer estes anos todos?”, perguntou-me ela baixinho. “Andei a ler romances”, respondi. Ela maravilhou-se, em silêncio, com a minha audácia.

…sobre a escrita e a prática sexual, que no caso da autora parecem anular-se.

Durante anos, disse: “Estou a esforçar-me por pensar.” Tal como a minha mãe disse que estava a esforçar-se por viver. A minha mãe achava que merecia uma medalha por fazer girar as pernas para fora da cama de manhã, e eu acho que também a mereço, só por me sentar à secretária.

Estes “Vínculos Ferozes” não se aplicam somente à relação tempestuosa com a mãe, pois Vivian parece tender para relacionamentos tóxicos também a nível amoroso. Dos três homens de que fala aqui, um marido, um namorado e um amante casado, vive-se e anseia-se pela disputa acicatada para apimentar as sessões de sexo.

Durante muito tempo, alguns anos, na verdade, Stefan e eu descrevíamos a tensão existente entre ambos como intensidade. (A tensão, sabíamo-lo, era algo negativo, mas a intensidade…ah, a intensidade!) As nossas relações sexuais eram quase sempre renhidas e explosivas, uma fuga mal contida da melancolia que marcava tantos dos nossos dias.

Com um historial destes, não admira que Vivian Gornick se tenha tornado não só uma feminista mas uma feminista radical.
Gostei desta obra pela sua vertente sociológica e antropológica, mas falta-lhe o lado orgânico das memórias francamente memoráveis e não consigo deixar de desconfiar da veracidade de tiradas mirabolantes que nem o cérebro mais prodigioso conseguiria reproduzir ipsis verbis passados tantos anos.
Profile Image for Libros Prestados.
450 reviews968 followers
April 19, 2018
No hay que hacerle mucho caso a la puntuación, porque mientras hubo partes que no consiguieron captar mi atención o hacerme conectar con la historia, admito que era porque yo me encontraba en una época un poco despistada, pero hay otras partes que me han resultado interesantísimas y con las que me he identificado, incluso. Como por ejemplo la descripción de sus estudios universitarios, cuando todo un nuevo mundo se abrió ante ella, pero ese mismo mundo la separaba del antiguo, de su propia madre, que pese a ser inteligente, era de clase trabajadora, no tenía estudios superiores y algunos temas abstractos, o más bien, la discusión intelectual de ciertos temas a ese nivel le resultaba ajena.

Pero la mayor parte de la novela la ocupa la relación de Vivian Gornick con su madre. Esa relación de interdependencia, angustiosa, tóxica, que se retroalimenta continuamente. Y la narra a dos tiempos: su relación al tiempo de escribir la novela, cuando ambas son mayores, a corrido mucha agua bajo el puente, y hablan mientras pasean por la ciudad; y su relación desde su infancia, mientras iba creciendo e intentando emular modelos a su alrededor. Y uno de esos modelos, el más fuerte, era su madre, y el otro era su vecina Nettie. Y es un análisis fascinante de esa relación, porque analiza tanto a su madre como a sí misma, y al final conoces a esas dos mujeres, con sus fallos (muchos) y sus virtudes (menos). En cierta medida es también una buena representación de la depresión, porque tal y como la autora reconoce, hay varias épocas donde es eso precisamente lo que está ocurriendo.

Vivian Gornick es feminista y es curioso, porque si bien su visión está mediatizada por ello, como al final se está analizando y juzgando a sí misma, su feminismo es claro para quien sepa leerlo, pero a algunos igual les pasa desapercibido. Analiza las relaciones románticas heterosexuales, por ejemplo, y hay ciertos patrones o comportamientos que como feminista ves claros y problemáticos, pero al mismo tiempo Vivian Gornick es honesta y deconstruye su propio comportamiento en esa relación.

Porque al final los hombres, aunque tienen su rincón en esta historia, no son importantes. De lo que está hablando Vivian Gornick es de sus relaciones más definitorias, y esas fueron con mujeres, y sobre todo con su madre. Al final de lo que habla es de esas vivencias y esos lazos personales que se producen en tu infancia y adolescencia y marcan tu vida.
Profile Image for Lucinda Garza.
226 reviews750 followers
February 11, 2024
[No había leído a Vivian Gornick porque me daba miedo que no me gustara tanto como le ha gustado a mis amigas. Pero hace poco la escuché hablar en persona y fue tan inteligente, tan graciosa, tan cautivadora… no me quedó de otra más que correr a este libro].

Qué difícil puede ser la relación con la madre y con esas otras mujeres que también nos criaron. Qué difícil puede ser convertirnos nosotras mismas en mujeres emulando o rechazando nuestros modelos. Qué difícil es navegar los apegos.

Gornick hace un trabajo espléndido presentando todo esto en un libro que se va como agua pero que se queda conmigo. Ahora solamente sé que quiero, que necesito, leer más de ella.
Profile Image for Chrissie.
2,811 reviews1,442 followers
July 28, 2015
On and off my Mom and I had a difficult relationship. What daughter doesn’t?! For this reason I was curious to read about the author's relationship with her mother. This is the central theme of the book. Then I read that there was a bit of a controversy when the author stated that parts were fictional. This surprised me. The author is a fellow at Radcliffe, so I figured the book ought to be well written....

Could I spot what could have been fiction rather than fact? To this I can only respond that I often found myself asking, "How in the world did the author remember that?!"

Then there is the question of whether I liked the writing. For me the language was half of the time clever rather than clear. Too academic, too intellectual, too philosophical. If you know what you want to say, I prefer it be said as simply and clearly as possible.

In my view the author all too often saw the source of a problem as being sexual. This just didn’t occur to me! I found other explanations.


In the book I felt there were many opinionated statements about others - the author's neighbors, friends, boyfriends and her mother. While Vivian Gornick may be a fellow at Radcliffe, I haven't read that she has a degree in psychology! I cannot say that her stated conclusions are wrong, but I often came up with other feasible explanations!

Rather than empathy or understanding I all too often felt I was listening to an argument where I could not judge the validity of the statements being made.

The audiobook narration by Jill Fox was clear, but nothing special. When dramatic statements occurred she did get it right.

I am glad the book was short and am happy that at Audible you can return those audiobooks you dislike. I will be returning mine.
Profile Image for Johanna.
86 reviews178 followers
November 24, 2018
Durante más doscientas páginas me sumergí en el discurso introspectivo de una mujer que hace el recuento de su vida. Un relato íntimo y entrañable en el que las mujeres lo son todo, el eje central alrededor del que giran, como accesorios, los hombres. Sin embargo, no hay historia elaborada ni derroche de creatividad, los hechos son el día a día de una mujer mirados en retrospectiva. El problema es que nos habla de la cotidianidad, esa que por ser familiar deja de ser atractiva, y que requiere ser adornada con la belleza y la novedad de las palabras. En esa tarea se queda corta, bastante limitadas las descripciones. La imaginación siente que las palabras son mezquinas e imprecisas, que le niegan su alimento. Esta carencia podría ser compensadas con reflexiones y pensamientos que te dejen clavado, que revelen y lleven la narración a un plano filosófico. Pero este intento también es fallido, pocas veces logra la profundidad que pretende y con frecuencia se pierde en divagaciones insulsas.
Profile Image for Sub_zero.
696 reviews312 followers
January 18, 2018
Del retrato tan vívido e intenso que hace Vivian Gornick de la figura materna se desprende un talento narrativo poco común, una compulsión rayana en lo obsesivo que trata por todos los medios de purgar los demonios presentes en el vínculo que las une. Esta dicotomía, esta angustia engendrada por amar lo que nos duele, es el feroz apego que consume a Vivian Gornick y que la escritora norteamericana utiliza como combustible de su narración. El de Gornick es un estilo inflamable, una llama que prende, no para consumir, sino para iluminar, para desatarse de aquello que la constriñe. Más allá de lo que cuenta, lo que hace de Apegos feroces un libro tan sobresaliente es la voz que se emplea para contarlo, una voz que a veces grita y otras susurra, pero que en todo momento seduce.

RESEÑA COMPLETA: http://generacionreader.blogspot.com....
Profile Image for Richard Gilbert.
Author 1 book31 followers
September 30, 2013
Gornick’s truths blaze off the page, her portraits of others transfix, her sentences and rhythms delight.

What she remembers, she says, of growing up in a Jewish tenement in the Bronx, is a building full of women:

"Shrewd, volatile, unlettered, they performed on a Dreiserian scale. There would be years of apparent calm, then suddenly an outbreak of panic and wildness: two or three lives scarred (perhaps ruined), and the turmoil would subside. Once again: sullen quiet, erotic torpor, the ordinariness of daily denial. And I—the girl growing up in their midst, being made in their image—I absorbed them as I would chloroform on a cloth laid against my face."

What a metaphor! It’s stunning, and resonates throughout the book.

Gornick's memoir is her struggle for consciousness.
Profile Image for Enrique.
466 reviews245 followers
May 14, 2024
Se trata de una novela profundamente femenina, diría que también feminista. Aunque yo pensé que iría un paso más allá y que el foco del libro estaría ahí, en ese feminismo, y descubro que el eje principal del libro es la relación amor-odio-dependencia de madre e hija y entre las mujeres de su Bronx natal, de hecho, el final que le da Gornick y el cierre del libro así lo muestra bien a las claras.
 
Bien escrito, desde las entrañas, con sentimiento y sin florituras. Hasta mitad del libro no tuve la convicción absoluta de que era autobiografía (hasta entonces pensé que hablaba de personajes ligeramente basados en la realidad, en el N. York de barrio humilde, lleno de inmigrantes italianos y judíos, etc). A partir de ahí tuve la convicción de que la autora se refería a ella y su madre, y esa relación tan intensa, tan feroz, como la propia Gornick lo califica en el libro y hasta en el propio título ya delata. Todo ello, por más que no salga en el libro el nombre de la protagonista ni una sola vez: nadie la cita como Vivian, ni la autora a si misma.
 
Veo una relación de dependencia un tanto enfermiza entre madre e hija, que alimentan las dos de forma ávida y en torno a la cual cimentan su propia modus vivendi.
 
Elementos a favor.- parece una biografía con detalles de la insufrible relación con la madre muy sincera. Sincero también el relato de sus relaciones de pareja.
 
Elementos en contra.- generaliza en exceso la relaciones hombre-mujer en la universidad en su momento de estudiante y doctoranda. A pesar del machismo imperante, creo que simplifica en exceso, aunque realmente resulta muy gráfico.
Otro elemento desfavorable: por momentos me pareció aburrido. Estas pequeñas escenas cotidianas y reflexiones de amores y desamores y relaciones de pareja parece que las tengo ya muy leídas, con versiones distintas o entornos parecidos, pero me suena muuuucho; como decía de inicio, está bien escrita, incuestionable, pero no me sorprendió.
Profile Image for Mery_B.
725 reviews
February 4, 2019
Viví en aquel bloque de pisos entre los seis y los veintiún años. En total había veinte apartamentos, cuatro por planta, y lo único que recuerdo es un edificio lleno de mujeres. Y yo -la niña que crecía entre todas ellas, formándose a su imagen y semejanza- me empapaba de ellas como de cloroformo impregnado en un paño apretado contra mi cara. He tardado treinta años en entender cuánto entendí de ellas.


Hemos sobrevivido a nuestra vida en común, si no juntas al menos sí una en presencia de la otra.
Profile Image for Keleigh.
90 reviews53 followers
February 26, 2008
Any writing carries the personal thumbprint of its author; but none more forthrightly and self-consciously than the memoir. From the first pages of Gornick’s work, I was aware that I was being sucked into one person’s filtered perspective of reality, and I gladly surrendered based on an immediate sense of trust. This trust was borne, I think, of her no-holds-barred, but nonetheless discerning tone. There was no shock value in her narrative. Rather, she holds a concentrated and rhythmic conversation with the reader, lifting the curtain on her own consciousness as high, it seems, as she is able. I got the sense that Gornick’s particular M.O. for dealing with feelings is to process them intellectually. When that rectangular space inside her “expands gloriously” (103), she is safe and free–no one can touch her–because she’s “thinking.” Not feeling. Yet this ability to detach is also what drives her memoir so beautifully and convincingly toward wholeness. As she puts it, “Out of such moments of detachment comes the narrative tale we tell of our lives” (60). By positioning herself in a present-tense narrative looking back, she is able to hold up an incandescent mirror of the soul’s truth; a faithful rendering of the story that, as she can see from her creative distance, is as alive in its storyness as it is in the flesh. Perhaps more so, since retrospectively she can allow herself to feel the feelings she conditioned herself, as a matter of survival, to suppress in the moment of experience. This writerly detachment is what can produce such straightforward and self-aware confessions as “I must have been excited. Certainly I was repelled” (78), in the section about sleeping with her mother after her father’s death.

Gornick finds intellectual conversation “immensely erotic” (106), and this is abundantly clear in the shape and rhythm of her sentences. She builds a palpable momentum in scenes like the dinner reminiscing with Dorothy Levinson (80-86), which rises to a tension-buzzing crescendo, and the descriptions of bike-riding with Marilyn (94) on free-wheeling spring days. I personally loved every scene with Nettie, a character she captured so well in her sensuality and eroticized rage that I found myself catching my breath every time her name was mentioned.

The true crux of the story, for me, was Gornick’s realization, however cliche it has become, that she is, in fact, her mother. Her story is as relevant for its psychological and spiritual depth as it is for its literary strength. She describes her mother early in the book as “warm and sarcastic, hysterical and generous, ironic and judgmental, and, occasionally, what she thought of as affectionate: that rough, bullying style she assumed when overcome with the tenderness she most feared” (11). Gornick could just as easily be writing about herself, and on some level, she understands this. It is a fundamental truth of human nature that we judge others based on what we fear within ourselves. Gornick articulates this perfectly in the triadic love equation between herself, her mother and Nettie:

“It was a given that the more uncertain we were, the more self-righteous we would become. It was necessary for each of us to feel special, different, destined for a superior end. Divided against ourselves, we withheld sympathy from one another. Secretly, each of us identified a collection of undesirable traits in the others from which she separated herself, as though disassociation equaled deliverance …But judgment did not bring amelioration” (114).

The clarity with which Gornick observes her mother–and everyone in her experience–is wrought through recognition. She details the highs and lows of her romantic life not for the seductive glamour or humor of it all, but to illustrate the fact that she cannot escape her mother (or her father); like all of us, her psyche will keep seeking out reflections to recreate different versions of the same formative trauma in order to heal. When she writes of her lover Joe that “We thought because we were always talking we were connecting” (167), she may as well be talking about she and her mother, walking their rounds of the city and arguing on heated summer nights. It is through feeling that we truly heal. Not through venting and blaming, as Gornick’s mother demonstrated by giving herself over wholeheartedly to the victim trance; but through owning every reflection in one’s life, thereby facing the fear of connection that drives so many people’s routine avoidance. By training a clear and discerning lens on her own life, particularly the ways in which she was socialized, sexualized, and disconnected, Gornick is able to at least acknowledge when she herself is getting mired in “victim.” In the end, though it may not look like a happy resolution, Gornick has achieved a level of wholeness that, perhaps ironically, looks like detachment:

“A degree of distance has been permanently achieved. I glimpse the joys of detachment. This little bit of space provides me with the intermittent but useful excitement that comes of believing I begin and end with myself” (200).

This final bit of wisdom is indispensable. By owning up to the reflection of herself in her mother–however painful it may be to offer the love and acceptance she didn’t receive–Gornick does indeed begin and end with herself.
Profile Image for Israel.
280 reviews
June 6, 2018
Reconozco que me daba miedo empezar este libro, por el grandísimo número de críticas favorables que tenía, y es que suelo ser bastante receloso con todos esos "el mejor libro del año", "una lectura inolvidable", "nunca he leído nada igual", etc.
Reconozco que las primeras páginas del libro iban totalmente encaminadas a darme la razón en mis opiniones: una historia ya manida, con unos personajes casi arquetípicos, muy bien escrita, pero que bueno, que tampoco iba mucho más allá.
Reconozco que, poco a poco, sin darme cuenta, me he ido metiendo en las vivencias de la protagonista, en su relación con su madre, los hombres, y el mundo. Y, sin darme apenas, cuenta, he descubierto el porqué de tanto parabién hacia este librito.
Y si, reconozco que igual no es TAN bueno como dice la gente, pero a mi me ha dejado, además de un muy buen sabor de boca, con ganas de hincarle el diente a lo nuevo que ha publicado Sextopiso de la autora.
Profile Image for Milly Cohen.
1,218 reviews378 followers
June 23, 2018
3.5
A mis hermanas les encantó; a muchos lectores de Goodreads no tanto; y yo le entro con demasiadas opiniones a mi alrededor que me estorban y no me dejan leerlo con libertad.
Muy fuerte y nociva relación madre-hija pero no tan feroz como otras que he leído.
Displaying 1 - 30 of 1,749 reviews

Can't find what you're looking for?

Get help and learn more about the design.