De los que entienden por hado, no la posición de los astros, sino la trabazón de las causas que penden de la voluntad divina CAPITULO IX.
Una
trabazón sin fin de tablas sin cepillar, de una solidez nada propia para desafiar a los siglos, hace temer que este inculto maderamen retrograde a hacer parte de la tierra de que se separó, volviendo a tomar raíces los leños y troncos casi enteros que le componen, y que existen cubiertos con un disimulo nada común, o, por lo menos, que los aficionados se vuelvan un lunes a su casa con el anfiteatro en las espaldas.
Mariano José de Larra
De una banca donde se arracimaban hasta dos docenas y media de mocosas, se levantaban, creciendo, atiplándose en terrible sonsonete, todos los horrores del deletreo: ere-a-ra, ere-i-ri, se oía por un lado; be-a-ba, be-i-bi, por otro; aquí, ese-a-ele, sal-gu-e-ve, alve; por allá, una
trabazón de sílabas imposible de desenredar.
Tomás Carrasquilla
Salieron las materias de guerra a tribunal donde se tratasen, también las de hacienda, las de Indias, y aunque se conservaron las de estado, y gobierno 40 deste reino en particular; pero en cuanto miran y tienen dependencia de la trabazón universal de la Monarquía, se tratan muchas dellas en Consejo de Estado, que se formó después, el año de 1527, con ocasión de estar el señor emperador en Flandes y llevar mal los de aquel país y otros que las materias que 43 8 Subrayado en el documento original, en cursiva en la edición de Elliott y Peña.
Tú hueles a fábrica y a humo, mi Londres fuliginoso y negro, la trabazón aérea de telegráficas redes cruza tu cielo opaco; tiene tu ferrocarril subterráneo aspecto de pesadilla grotesca; el pueblo que te habita ignora la sonrisa; tú París, acaricias al viajero con la amplitud de tus elegantes avenidas, con la gracia latina de tus moradores, con la belleza armoniosa de tus edificios, ¡pero en el aire que en ti se respira se confunden olores de mujer y de polvos de arroz, de guiso y de peluquería!
Y así del mal uso del libre albedrío nació el progreso y fomento de esta calamidad, la cual, desde su origen y principio depravado, como de una raíz corrompida, trae al linaje humano con la trabazón de las miserias hasta el abismo de la muerte segunda, que no tiene fin, a excepción de los que se escapan y libertan por beneficio de la divina gracia.
y F.I.J.L): 78 RELACIONES NACIONALES: - Organizaciones antiautoritarias en general: 36 - Sin relaciones con ninguna específica: 6 RELACIONES INTERNACIONALES: - Con la I.F.A.: 82 - Con todas organizaciones antiautoritarias: 55 RELACIONES CON LA A.I.T.: - Ratificar y potenciar a todos los niveles: 111 - En contra de las relaciones con la A.I.T.: 2 OTRAS ORGANIZACIONES: - Unidad en la acción por la base y en situaciones concretas - Sin relaciones con organizaciones no libertarias CONDENA EXPLÍCITA A LA S.A.C.: 3 ADHESIÓN A LA S.A.C.: 2 INCLUSIÓN EXPLÍCITA DE F.I.G.A. EN EL MOVIMIENTO LIBERTARIO: 4 INCLUSIÓN EXPLÍCITA A LA TRABAZÓN C.N.T.
Pero cualquiera de aquellas dos opiniones acerca de los siglos de los siglos que sea verdadera no hace al caso para estos circuitos; porque ya sean los siglos de los siglos, no los que, volvieron por aquella su revolución, sino los que corren, derivándose unos de otros con una conexión y trabazón muy concertada, quedando la bienaventuranza de los libertados certísima, sin que tengan recurso alguno los trabajos e infortunios; ya los siglos de los siglos sean eternos, como eficiente de los siglos temporales, como señores de sus súbditos, aquellas revoluciones con que vuelven unos mismos no tienen aquí lugar, a las cuales especialmente confunde y convence la vida eterna de los santos.
Luego cuando los socialistas sustituyen la providencia de los padres por la del Estado, van contra la justicia natural, y disuelven la trabazón misma de la sociedad doméstica.
Rasgaron sus claustros los montes y fueles fácil desabrochar la
trabazón de cerros, y no se hendieron las puertas y las paredes donde los pegaron.
Francisco de Quevedo
Apoyan también esta sentencia aquellos versos de Homero que Cicerón puso en el idioma latino, y dicen: «Tales son las voluntades de los hombres, cuales son las influencias que al mismo padre Júpiter le parece enviar sobre la tierra.» Y aunque fuera de poca autoridad en esta cuestión el parecer del poeta, mas porque dice que los estoicos (que son los que defienden la fuerza del hado) suelen citar estos versos de Homero, no se trata ya de la opinión del Poeta, sino de la de estos filósofos, ya que con estos versos que citan en la materia, que tratan del hado manifiestamente, declaran qué es lo que sienten que es hado, supuesto que le llaman Júpiter, el cual piensan y entienden que es el sumo Dios, de quien dicen que depende la trabazón de los hados.
Es verdad que esto digo de la parte práctica en las que la tienen, porque claro está que mientras se mueve la pluma descansa el compás y mientras se toca el arpa sosiega el órgano, et sic de caeteris; porque como es menester mucho uso corporal para adquirir hábito, nunca le puede tener perfecto quien se reparte en varios ejercicios; pero en lo formal y especulativo sucede al contrario, y quisiera yo persuadir a todos con mi experiencia a que no sólo no estorban, pero se ayudan dando luz y abriendo camino las unas para las otras, por variaciones y ocultos engarces —que para esta cadena universal les puso la sabiduría de su Autor—, de manera que parece se corresponden y están unidas con admirable trabazón y concierto.