– a ruego del Cabo Agustín Briceño, - Juan Felipe Gutiérrez – por mí y el Cabo Primero Laureano Montes, Felipe Medina – Por mí y el Cabo Timoteo Acosta, Manuel Sobenes- José de la Encarnación Fernández – Por mí y el Pedáneo Casimiro Ortega, Deciderio Dinarte, - Bivencio García – Por el Pedáneo Sevatián Gomes, Toribio Viales – José Felipe Gutiérrez – José Anacleto Zúñiga – Por el pedáneo Gabriel Mojón, Toribio Toruño.
Mientras se lo proporcionaban, nuestro hombre se meneaba la verga un rato, pero nunca se le vio eyacular y no se sabía a donde iba con su mojón así embraguetado.
Comprendieron entonces que el mojón había sido desplazado en vida por su padre, y que les estaba mostrando el lugar en el que era preciso volver a colocarle.
III.— Desígnase como límites del departamento de Apóstoles, los siguientes: al Norte, el límite sud de los ejidos de San José prolongado hacia el Oeste hasta encontrar el arroyo Angico y hacia el Este una línea que partiendo del mojón esquinero de dichos ejidos vaya hasta las puntas del Pesiguero; al Este, una línea que de las puntas del arroyo Pesiguero, vaya á las puntas del arroyo Concepción en toda su extensión; al Sud, el Río Uruguay desde la barra del arroyo Concepción hasta la barra del arroyo Chimiray, al Oeste, el arroyo Chimiray desde su barra en el Uruguay, hasta su confluencia con el arroyo Angico, y este último hasta su intersección con el límite Norte de este departamento.
Los fieles & el rrey ensennaron los mojones; librávanse del campo todos aderredor. Bien ge lo demostraron a todos VI cómmo son que por i seríe vençido qui saliesse del mojón.
Un tronco seco de encina o de pino, que la lluvia no ha podrido aún, sobresale un codo de la tierra; encuéntranse a uno y otro lado del mismo, cuando el camino acaba sendas piedras blancas; y luego el terreno es llano por todas partes y propio para las carreras de carros; el tronco debe de haber pertenecido a la tumba de un hombre que ha tiempo murió, o fue puesto como
mojón por los antiguos; y ahora el divino Aquileo, el de los pies ligeros, lo ha elegido por meta.
Homero
Cuando hube terminado, recogió el plato, respiró con delicia el delicioso manjar que contenía, tocó, besó, olfateó el mojón y luego, diciendo que no aguantaba más y que la lubricidad lo embriagaba— ante la contemplación de un pedazo de mierda más delicioso que ninguno de los que había visto nunca en su vida, me rogó que le chupara la verga.
Yo estaba desnuda, acostada en el suelo sobre un colchón, y él a horcajadas sobre mí; me echa su mojón en el gaznate y el cochino lo come en mi boca mientras me riega las tetas con su semen.
Hecho esto, se le volvía a meter el instrumento en el trasero, se le retiraba de nuevo y esta vez era la puta quien cagaba y quien le azotaba mientras él comía lo que ella había hecho; se le introducía por tercera vez el instrumento, por fin soltaba su semen sin que se le tocase y terminaba de comer el mojón de la muchacha.
E a do parte termino del lugar de Salinas e Villena, por lo mas lexo, tiene dos leguas buenas; y a la parte de la villa de Yecla, tiene dos leguas; y a la parte a do parten terminos la villa de Yecla e la villa de Caudete e la çiudad de Villena, la via del sol poniente, tiene dos leguas; y a la parte desde Villena a Caudete, por el mas derecho camino, tiene poco mas de una legua de termino; y desde Villena al Mojón Blanco a do par termino Villena con la villa de Almansa...
El territorio del cantón queda dentro de la línea del Mojón de Piedra del Cerro Zurquí, una línea recta imaginaria que va hasta la margen derecha del río La Patria, en donde se encuentra un mojón; desde éste, otra línea va a rematar a la carretera de Carrillo en donde se encuentra otro mojón; se continúa luego por el río Sucio, aguas arriba, hasta el mojón colocado en la ribera izquierda del mismo río, mojón del cual parte otra línea recta imaginaria hasta el denominado mojón “Cabeza de Vaca”, del cual se prosigue por la ribera izquierda del río Chiquillo hasta el mojón colocado en la margen derecha de éste, se une con una recta con el mojón colocado en el nacimiento del río Ipís, por el cual se continúa hasta el puente de la carretera sobre el mismo río.
Brota a sus pies sin respeto espeso zarzal salvaje, cuyo espinoso ramaje vegeta al peñón sujeto. Ya no hay ni mojón ni senda que a su rastrillo conduzca, ni puerta en que se deduzca que hay dentro quien le defienda.