mira

mira

1. s. f. TECNOLOGÍA Pieza de algunos instrumentos que sirve para dirigir la vista la mira de los prismáticos se ha empañado.
2. TECNOLOGÍA Pieza de las armas de fuego que facilita la puntería del tirador.
3. Intención u objetivo en que piensa una persona al hacer una cosa está ahorrando con la mira de comprarse un piso. fin, propósito
4. CONSTRUCCIÓN Obra o parte de una fortaleza que, por su elevación, permitía ver bien el terreno.
5. HERÁLDICA Ángulo que tienen los escudos ovalados en la parte superior.
6. CONSTRUCCIÓN Obra avanzada de las fortalezas antiguas.
7. CONSTRUCCIÓN Cada uno de los reglones que al levantar un muro se fijan en posición vertical para asegurar en ellos la cuerda que sirve para colocar horizontales las hiladas.
8. CONSTRUCCIÓN Regla graduada que se pone en vertical en los puntos del terreno que se quiere nivelar.
9. s. f. pl. NÁUTICA Cañones puestos en las dos portas del castillo a uno y otro lado del bauprés. miras de proa
10. mira telescópica ÓPTICA La que tiene un teleobjetivo que permite apuntar a mayor distancia.
11. a la mira loc. adv. Mirando, observando o vigilando a la espera de algo está a la mira de una ganga.
12. a la mira y a la maravilla loc. adj. Resalta la excelencia de algo.
13. andar, estar o quedar una persona a la mira Observar con gran atención la marcha de un asunto anda a la mira del desarrollo del negocio.
14. con la mira puesta en loc. adv. Teniendo el pensamiento en la cosa que se expresa.
15. con miras a loc. prep. Con propósito de, aspirando a la cosa que se expresa se ha informado de precios con miras a comprar uno.
16. poner la mira en Aspirar a la cosa que se expresa ha puesto la mira en esa torre y ya no le gusta ninguna otra.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

mira

 
f. En ciertos instrumentos, pieza para dirigir una visual.
Regla graduada para las operaciones topográficas.
Andar, estar o quedar a la mira de una cosa. loc. Observarla con cuidado para aprovechar alguna contingencia.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
MIRAMovimiento Independentista Revolucionario Armado
Farlex Acronyms and Abbreviations. © 2012 Farlex, Inc. All Rights Reserved

mira

('miɾa)
sustantivo femenino
1. propósitos para la realización de algo Tenía muchas miras puestas en su proyecto nuevo.
2. pieza en las armas de fuego que sirve para apuntar una mira de rifle
3. regla graduada que sirve para determinar distancias topográficas una mira topográfica metálica
en espera de algo A la mira de su autobús esperó en la esquina.
aspirando a cumplir algún objetivo con miras a conseguir una beca
capacidad de las personas para tolerar otras opiniones Con amplitud de miras se llegará al acuerdo.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Traducciones

mira

SF
1. (Mil, Téc) → sight
estar con o tener la mira puesta en algoto have one's sights set on sth
mira de bombardeobombsight
mira telescópicatelescopic sight
2. (= intención) → aim, intention
con la mira de hacer algowith the aim of doing sth
con miras awith a view to
llevar una mira interesadato have (only) one's own interests at heart
tener miras sobre algo/algnto have designs on sth/sb
3. miras (= actitud) corto de mirasnarrow-minded
amplio o ancho de miras (= tolerante) → broad-minded
de miras estrechasnarrow-minded
4. estar a la mirato be on the lookout (de for)
5. (= torre) → watchtower; (= puesto) → lookout post
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
-¡No, qué disparate! Pero es que el Piri me mira a mí de un mo, y se sonríe de una manera, y acharrana tanto la cara al mirarme, que...
-Pos mira tú: en quitando lo del pesqui, lo que es en experencia y en güen fondo no quieo yo que haiga naide que me quite la bandera.
-Pos mira -le dijo con voz seria-, lo que yo te juro a ti que lo que es ese escapulario no ha de ser el Gaviota el que se lo cuelgue.
Y al ver que Rosarito encogíase de hombros, continuó: -Pos mira, yo voy y se lo digo pa que al hombre le dé un sopitapando de gusto.
Porque Phaidros me dice todos los días con una especie de indignación: ¿no es una cosa extraña, Eryximacos, que entre tantos poetas que han compuesto himnos y cánticos en honor de la mayoría de los dioses, no haya habido ni siquiera uno que haya hecho el elogio del Amor que es un dios tan grande? Mira a los hábiles sofistas, que todos los días componen sendos discursos en prosa en loor de Hércules y otros semidioses, y para no citar más que un nombre me referiré al famoso Prodikos, y no es algo que pueda sorprenderos.
Durante algunos instantes permanecieron en silencio ambos amigos, silencio que fue el primero en romper el Muñequero: -Pos mira: lo mejor que hacemos es agüecar el ala y dirnos a ca del Frescales a tomarnos dos chatos del de los Moriles, que nos caerán la mar de requetebién, porque es que yo no he visto bálsamo más archisuperior pa cuando uno tiée pintaos al negro humo toítos los interiores.
-Pos mira tú por donde, de un solo acosón, voy a cargarme diez hombres a la bandola; que estoy yo ya mu jartico de jacer la vista gorda y de jacerme el lila con él y tan y mientras la cosa no han pasao de guiñás y de cuatro chuflas al paño, menos mal, podía aguantarse.
Tú lo tomas to en chirigota, porque no sabes bien con quién te gastas los parneses; a ti, porque Dios te mira con ojos de misericordia, te ha tocao en el reparto un chaval que no tiée desperdicios: güen mozo, con muchísimo cimbel en tos sus distritos, honrao y cabal y trabajador, y que no tiée más defertos que dos: uno que es el no gustarle más que el vino de lágrimas, y otro el haber perdío los papeles por una chavalilla más remala que un tiro y más rebonita que ese sol que mos alumbra.
Sus labios se abrieron por fin, y fue para repetir desatentadamente: -¿Cómo has sabido...? Mira, yo no veo a esa mujer..., te juro que no, que no la veo...
- ¿Dices que cuándo? -le respondí en alta voz-. Pues ¡mira! va a ser el mes que entra. Parrón se estremeció, y yo también, conociendo que el amor propio de adivino me podía salir por la tapa de los sesos.
Pero... ¿qué pasa? ¿Por qué me mira usted con esos ojos? -Sentémonos y hablemos, Capitan... -dijo gravemente Angustias, cuyo hechicero rostro, pálido como la cera, expresaba la más honda emoción.
- Pues mira tú, gitano... -contestó Parrón muy lentamente-. Vas a quedarte en mi poder... ¡Si en todo el mes que entra no me ahorcan, te ahorco yo a ti, tan cierto como ahorcaron a mi padre!