clasicismo

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clasicismo

s. m. ARTE, LITERATURA, MÚSICA Estilo literario o artístico que se caracteriza por el sentido de la proporción y el equilibrio y la búsqueda de la armonía.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

clasicismo

 
m. Conformidad a los principios de los escritores grecolatinos, considerados clásicos en el Renacimiento y, posteriormente, con todos aquellos que en lo equilibrado, elegante y sereno de la forma se parecían a los antiguos. Del campo literario se extendió al de las demás bellas artes.
b. art. Estilo artístico grecorromano y serie de movimientos que a lo largo de la historia se han inspirado en él. Más estrictamente se aplica al estilo desarrollado en Francia durante el s. XVII en la mayoría de las artes plásticas.
lit. Movimiento artístico surgido en el s. XVIII a imitación de los modelos de la Antigüedad grecolatina, caracterizado por el tono culto y refinado y unas normas, fundadas en la razón (orden, medida, verosimilitud) y la moral.
mús. Período musical que arranca de la segunda mitad del s. XVIII como reacción al barroquismo de J. S. Bach y desemboca, en los primeros años del s. XIX, en el tempestuoso romanticismo de las obras maduras de Beethoven.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

clasicismo

(klasi'θizmo)
sustantivo masculino
literatura música estilo literario o artístico El clasicismo busca la armonía, la proporción y el equilibrio.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Traducciones

clasicismo

classicism

clasicismo

classicisme

clasicismo

classicismo

clasicismo

Klasycyzm

clasicismo

Класицизъм

clasicismo

古典主义

clasicismo

古典主義

clasicismo

Klasicismus

clasicismo

קלאסיציזם

clasicismo

klassicism

clasicismo

SMclassicism
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Este desdoblamiento en la conciencia europea precede a la dicotomía romanticismo/clasicismo; se encuentra enraizado en la Alta Magia del Renacimiento.
El proceso de introducción en España de las corrientes neoclásicas tiene en común con el resto de Europa el profundo análisis que se hace de las fuentes del clasicismo, el interés por la arqueología, el estudio de la tratadística, la crítica de la tradición y el rechazo del último barroco.
Los artistas llamados para trabajar en los palacios reales, franceses e italianos principalmente, trajeron a España las manifestaciones artísticas del clasicismo francés y del barroco clasicista italiano, mientras los artistas españoles estaban inmersos en un barroco nacional que pervivirá aún hasta fines de siglo.
En Cataluña, las enseñanzas del clasicismo de la escuela de la Lonja de Barcelona, se manifiestan en el escultor Damià Campeny (1771-1855); su Lucrecia muerta (1804, Lonja de Barcelona) tiene toda la serenidad de la escultura clásica pero algunos atisbos de melancolía romántica.
Feuerbach y von Marées se encuentran dentro de los llamados germano-romanos, que aunaban clasicismo y romanticismo, dejándose inspirar por ambientes ideales y cierta nostalgia por la Antigüedad.
Pero los gustos habían evolucionado y la armadura moral de la ciudad ha cambiado: el barroco sucede al clasicismo, la grandiosa simplicidad da lugar al refinamiento.
Abandonó el tema de los arlequines por los jinetes y jóvenes en paisajes bucólicos, en la línea de Gauguin y Puvis de Chavannes, en una búsqueda de clasicismo tanto temático como formal, que condujo a Picasso al estudio del arte antiguo; en marzo descubrió el arte primitivo español en una exposición en el Louvre de esculturas ibéricas encontradas en Osuna y en el Cerro de los Santos, entre las que se encontraba la Dama de Elche.
En su obra cobra mucha importancia el desnudo, aun cuando la casi totalidad de la misma fue hecha para decorar iglesias. Rafael Sanzio (1483-1520) completa la tríada de genios del Clasicismo.
Otros autores del Quattrocento italiano son Andrea del Castagno, Antonio Pollaiuolo, il Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio, Cima da Conegliano, Luca Signorelli, Cosme Tura, Vincenzo Foppa, Alessio Baldovinetti, Vittore Carpaccio, y en el sur de la península, Antonello da Messina. El Cinquecento (siglo XVI) fue la etapa culminante de la pintura renacentista, y denominada por ello a veces como Clasicismo.
La segunda, surge en el siglo XVI, se denomina Cinquecento, y su dominio artístico queda referido al Clasicismo o Renacimiento pleno, que se centra en el primer cuarto del siglo.
A mediados del siglo XVI el clasicismo italiano entra con fuerza en la pintura flamenca, manifestándose en la llamada «Escuela de Amberes» y en pintores como Jan van Scorel o Mabuse, algunos de los cuales permanecieron en Italia estudiando a los grandes maestros.
Podemos distinguir, de este modo, como en las demás disciplinas artísticas, dos periodos: el clasicismo de principios de siglo, con autores como Bramante, Miguel Ángel, Antonio da Sangallo el Viejo, o Jacopo Sansovino; y el manierismo, que se da a partir de 1530, siendo sus principales autores Andrea Palladio, Giorgio Vasari, Giulio Romano, Jacopo Vignola, Vincenzo Scamozzi.