acercarse a

Su carne era desaprovechable, desde luego, y Nahum no sabía qué pensar ni qué hacer. Ningún veterinario rural quiso acercarse a su casa, y el veterinario de Arkham quedó francamente desconcertado.

La literatura le permitirá acercarse a lo que el hombre de todos los tiempos ha sentido y procuraremos que haga suyos los desasosiegos, los triunfos, los anhelos, las esperanzas, las luchas, las protestas, los yerros humanos que las obras literarias le muestran.

Tales operaciones metodológicas pueden guiar el trabajo cotidiano del profesorado, no sólo de primero de primaria, sino de toda la práctica de la lengua en la educación básica y media para acercarse a la construcción textual y a su lectura.

Debido a que nuestras fuerzas son tan grandes, que podemos darnos el lujo de evaluar nuestras debilidades con franqueza y de acercarse a ellos con esperanza.

Mirad, que las manos y todos los miembros del que osa acercarse a él se debilitan y se vuelve incapaz de tomar un arco o unas jabalinas..." Su Majestad los perseguía como un grifón.

Más tarde supe que la persona que había visto era la hija de Spalanzani, llamada Olimpia, a la que este guarda con celo, de forma que nadie puede acercarse a ella.

Al acercarse a la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos comenzó a alabar a Dios a gritos, con gran alegría, por todos los milagros que habían visto.

Fernández, dijo Rovira suspendiendo su interminable paseo para acercarse a la mesa y sacudir la ceniza del puro que fumaba, en un platillo de cobre repujado.

Pero como no todos los lectores se hallan en igual caso, diré, sólo para los que no conozcan esta comarca, que al acercarse a ella después de atravesar las planicies de Castilla o de la Mancha, enfrente de tanta belleza se siente...

Dijo firmemente: – En ambas ocasiones. – ¿Quiere acercarse a la puerta conmigo y observar ahora? Se mordió el labio inferior mostrando cierto desgano, pero se levantó.

El que de los Inmortales que habitan las nevadas cumbres del Olimpo jura en vano vertiéndola, queda tendido sin respiración hasta que se cumple un año; y no puede acercarse a la ambrosía, el néctar ni alimento alguno, sino que yace, sin aliento y sin voz, en revestidos lechos y le cubre un horrible sopor.

Pero acercarse a la naturaleza de los dioses es lo que nunca estará permitido a los que no filosofaron toda su vida y cuyas almas no han salido del cuerpo con toda su pureza; esto sólo se reserva para el verdadero filósofo.