Nicolás Maduro ratificó su alianza con Irán: conversó con el nuevo presidente, con miras a un “pronto encuentro”

Irán se ha convertido en uno de los principales aliados de la llamada revolución bolivariana durante los últimos años, particularmente desde 2020

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Fotografía de archivo de Nicolás Maduro (EFE/ Miguel Gutiérrez)
Fotografía de archivo de Nicolás Maduro (EFE/ Miguel Gutiérrez)

El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, conversó este martes con el nuevo presidente de Irán, Masud Pezeshkian -a quien felicitó por su triunfo en las elecciones del viernes-, sobre la posibilidad de un “pronto encuentro” entre autoridades de ambos países.

“Ambos líderes expresaron su voluntad de seguir trabajando juntos para impulsar la relación estratégica a largo plazo, comprometiéndose a un pronto encuentro de alto nivel y continuar, de esta manera, los planes de cooperación y desarrollo compartido”, dice un comunicado de la Cancillería venezolana.

Maduro y Pezeshkian también “ratificaron el carácter de hermandad de la relación entre los dos países”, según agregó el breve texto de Caracas.

En un comunicado anterior, difundido el sábado, Maduro ya había felicitado al nuevo gobernante iraní, quien logró un 53,6% de los votos frente al ultraconservador Saeed Jalili, con un 44,3%, en unas elecciones que tuvieron una participación del 49,9% del censo.

En esa oportunidad, el mandatario venezolano manifestó su deseo de continuar, ahora junto a Pezeshkian, los esfuerzos para la consolidación de un “mundo multicéntrico y pluripolar”, necesario para “seguir derrotando las pretensiones hegemónicas que amenazan al multilateralismo y a la paz mundial”.

Irán se ha convertido en uno de los principales aliados de la llamada revolución bolivariana durante los últimos años, particularmente desde 2020, cuando en Venezuela hubo una escasez de gasolina y Caracas acudió a Teherán para comprar combustible.

La victoria de Pezeshkian

El presidente electo de Irán, Masoud Pezeshkian  (REUTERS)
El presidente electo de Irán, Masoud Pezeshkian (REUTERS)

Pocos esperaban que el cirujano cardíaco Masoud Pezeshkian se convirtiese en el jefe de Estado de Irán. Lo ha logrado con un mensaje de cambio y esperanza en un país donde abunda el descontento y ahora tiene la misión de cumplir sus promesas en un momento de grandes tensiones.

Cuando el ex ministro de Sanidad y parlamentario de 69 años anunció su candidatura nadie le daba demasiadas opciones y de hecho en su primer acto decepcionó a muchos con su promesa de lealtad al líder supremo de Irán, Ali Khamenei.

Su elevada edad, poco conocido, un electorado cansado de los pocos avances logrados por los reformistas en sus años de gobierno, todo estaba en su contra.

Le ha ayudado que no tiene escándalos de corrupción en su contra y se ha labrado una imagen de honestidad, algo que remarcaron a la agencia EFE docenas de entrevistados durante la campaña.

Ha admitido que el presidente tiene poderes limitados por lo que hay políticas que no podría cambiar, aunque quisiera.

Su lema electoral es ‘Para Irán’, que evoca el título del himno de las protestas desatadas por Masha Amini tras ser detenida por no llevar el velo islámico en 2022, y cuyo autor Shervin Hajipour fue condenado a casi cuatro años por ello.

En sus mitines hombres y mujeres han compartido espacios, muchas chicas no usaban velo y se ha entonado “mujer, vida, libertad”, el lema de las protestas.

Se trata de una causa que el médico abrazó en su momento: “Es inaceptable que la república Islámica arreste una joven por el hiyab y devuelva su cadáver a su familia”, dijo en 2022.

Poco después, sin embargo, alertó contra protestar contra Khamenei. Es decir, no es un opositor.

(Con información de EFE)

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