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Ridley Scott ha tenido que cancelar el rodaje de su próxima película y es posible que tenga que ceder el testigo

Ridley Scott
Foto del redactor Javier CazallasFoto del redactor Javier Cazallas

El cineasta británico iba a dirigir un western muy especial, pero no puede filmar por la falta de un elemento clave.

Filmar a la vieja usanza tiene muchas ventajas, empezando por el cariño que los cinéfilos tienen a las técnicas prácticas frente a lo digital, pero también presenta múltiples inconvenientes, y Ridley Scott se ha topado con uno de ellos este 2024.

El director británico va a dar el pistoletazo de salida a la promoción de Gladiator II, la película con la que espera conquistar la taquilla otoñal y recuperar las buenas sensaciones en las salas de cine tras los fiascos taquilleros de Napoleón y El último duelo.

Mirando al futuro, Ridley Scott tiene varios proyectos, pero el que habría abordado a estas alturas del año era Freewalkers, un western que, por desgracia, ha tenido que cancelar su rodaje y queda un poco en tierra de nadie.

Según parece, el rodaje se ha retrasado de su inicio original a principios de primavera y se esperaba comenzar en verano, pero eso trae consigo un problemilla de nada: no hay nieve en verano, y Ridley Scott necesitaba nieve.

El western de Ridley Scott queda en el limbo

Ha sido la diseñadora de vestuario Janty Yates, colaboradora habitual del cineasta británico, quien ha destacado en declaraciones a Awards Daily que la película está en suspenso por no poder filmarse en ausencia de nieve.

"Es una película que no va a avanzar porque está ambientada en la nieve y, básicamente, la nieve se fue. No sé qué pasará. Me encantaría que saliera adelante, porque es un guion magnífico".

Otros cineastas apostarían por otros enfoques para solventar el problema de la ausencia de nieve, pero Ridley Scott es conocido por su enfoque realista siempre que es posible, y por no se especial amigo de los excesos digitales.

El retraso de Freewalkers implica un nuevo problema para que Ridley Scott pueda hacerse cargo: la agenda del cineasta es un hervidero para los próximos meses con varias películas y series que requieren su atención.

Es posible que este western termine en manos de otro director, como ya ocurriera con películas como  Bohemian Rhapsody, aunque Ridley Scott demuestra que, a sus 86 años, sigue siendo uno de los cineastas más activos de la actualidad, por lo que no podemos asegurar que no haga cabriolas para afrontar el rodaje de Freewalkers.

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