--Y que lo oyeron en Palacio..., en tiempos de Espartero... --Y que tiene V. una pensión.... --¡
Vaya, D. Basilio! ¡Apiádese V.! --Pues, señor....
Pedro Antonio de Alarcón
-Y ahora que ven a su hijo en los altares, ¿qué dicen? Será curioso. -¡Vaya si es curioso! Más de lo que usted presume... Cuando se supo en Auriabella el suplicio atroz del que llama el vulgo San Antonio de Illaos...
Allí no se concebía, ni en hipótesis, ni por soñación, que pudiesen venir otras criaturas más que aquellas de fina porcelana. ¡Asistir al viejecito!
Vaya: eso sí que lo haría de muy buen grado Inés.
Emilia Pardo Bazán
Pero si yo hubiera de enamorarme con el tiempo, sería de algun indio bravo por el estilo de usted. ¡Tiene usted un genio hecho de molde para el mío! EL CAPITÁN.-¡
Vaya usted a los mismísimos diablos! ¡Generala!
Pedro Antonio de Alarcón
-No, señor; sino porque es usted un pobre hombre, con muy buen corazón, al cual ha puesto cadenas y mordazas, no sé si por orgullo, o por miedo a su propia sensibilidad... Y si no, que se lo pregunten a mi madre... -¡
Vaya! ¡vaya!
Pedro Antonio de Alarcón
El mancebo volvió con recado de escribir. - ¡Siéntate! (continuó su amo.) -Ahora, escribe las cantidades que yo te
vaya diciendo. Divídelas en dos columnas.
Pedro Antonio de Alarcón
Terminemos, por consiguiente, tan odiosa conversación, no sin que antes le perdone yo a usted y hasta le dé las gracias por su buena, aunque mal expresada voluntad... ¿Llamo ya a Rosa para que
vaya por el coche?
Pedro Antonio de Alarcón
Es no sólo prudente, sino indispensable hacerlo así.
Vaya tranquilo a su examen; los conductores que un día confunden las palancas no suelen discurrir como usted lo hace.
Horacio Quiroga
-¡Sí que es verdad, que era to un hombre el difunto! -¡Vaya si lo era! ¡Probetico mío de mi corazón, qué hombre más cabal, y qué pico de oro el suyo y qué manos que tenía!
-Sí que tiée mú regüenísimos los aceros. -¡Vaya! Y no lo digo yo porque sea yo la que la porteó a este valle de lágrimas, que lo mismo lo diría asín la hubiera parío Periquito el Catitero.
Pinochet: -Se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país... Y el avión se cae, viejo, cuando vaya volando. (Risas) Carvajal: -Conforme, conforme.
¡Josús, pos si es más conocío que las natillas! ¡Y vaya si tiée una hartaga de reír el mocito! Como que mi Pepa se troncha...