El criollito silbó un triste, poniendo los dos pies desnudos en la lanza y las rodillas en el rostro. El viejo arrojó un terno entre un bostezo, y dijo: ¡siempre peludeando!
Con que vamos a ver si alegras ese perfil y le das gracias a Dios de lo mucho que yo chanelo y de la mucha pupila con que me echó al mundo mi madre, que esté en gloria, y de que na más que en un doblaillo tengo yo más sabiduría que en to el terno el sabio Salomón y toíta su parentela.
-Si yo no digo lo contrario -exclamó el Tomiza, cuyo fiero mirar habíase dulcificado un tanto-; pero es que esta criatura -y al decir esto señalaba al Petaca- siempre ha de decir las cosas cogiéndole a uno arguna parte del terno, y no me he jecho yo esta chaquetita de jelga azul pa que me la jurgue naide de tan malita manera.
¿Tú qué harías, Ramón, para arreglar las cosas? La máscara interpelada se inclinó, deferente, conteniéndose para no soltar
terno de toda respuesta.
Emilia Pardo Bazán
El Niño, que comprendió que algo que no eran parneses era lo que buscaba allí el chaval, encomenzó a tirar a la barda, pero como tenía de cara la suerte aquel día, pos a la media hora no le queaba al Chiquito por perder más que el terno que llevaba.
Venía fumando un pitillo, y al preguntar por «Dolores» y oír que no se podía hablar con ella -lo cual era un modo de despedirle-, soltó a la vez un
terno y la colilla ardiendo; el
terno sólo produjo alarma en las chiquillas; la colilla, chamuscó el encaje de Richelieu de una sábana de cuna.
Emilia Pardo Bazán
Levantadas las mesas, al canoro son de la Ninfa un tiempo, ahora caña, seis de los montes, seis de la campaña 885 (sus espaldas rayando el sutil oro que negó al viento el nácar bien tejido),
terno de gracias bello, repetido cuatro veces en doce labradoras, entró bailando numerosamente; 890 y dulce Musa entre ellas, si consiente bárbaras el Parnaso moradoras: «Vivid felices, dijo, largo curso de edad nunca prolijo; y si prolijo, en nudos amorosos 895 siempre vivid esposos.
Luis de Góngora y Argote
El padre Cappa se exhibe en esta parte de su compendio co- mo el granuja á quien pregunta el juez el por qué ha robado un terno de ropa en una sastrería.— Ya se sabe que aquél contestará que lo hizo para poder presentarse vestido con al- guna decencia ante el juzgado.
Si es dir a buscarle la boca y jacer to lo posible por romperle el terno con que Dios lo mandó al mundo, eso me parece una faena esaboría, porque eso no se jace sino cuando las cosas mos muerden en los centros; pero como gracias a un divé mi comadre es güena catorce veces pares, y manque cierre los ojos no deja de ver, tan y mientras usté tiée los suyos de par en par...
-Pos bien, agüelito: yo gano pa vivir, yo no tiro dos columnarias ni las entierro en ningún sótano; yo no juego, yo no bebo, yo no llevo arpiste a ninguna pajarera más que a la mía; yo no me jago un terno más que cuando me amenazan con llevarme a la Jefatura por encuerino; yo fumo en pipa por no quemarme las yernas de los dedos; yo no me afeito mas que por Pentecosté; yo, en fin, ni me acatarro tan siquiera por no gastar en jarabes, y, con to esto que le digo, señor Pancorvo, el día que menos se piense, en cuantico se decidan a dar algo por ellas en las agencias, me queo sin pestañas, agüelito, si es que no pago los intereses.
El Primores avanzó, andando del modo que era usual en él y en los toreros al lucir, pisando la arena, el terno de luces, y llegado que hubo cerca de las ventanas, donde Dolores y Rosario lucían sus irresistibles atractivos, se detuvo un punto y exclamó, dirigiéndose al barbero, que al verlo llegar habíase separado de la de Rosario: -Oiga usté, maestro, ¿me quiée usté jacer el favor de avisar pa que traigan el Santolio pa un hombre de cuerpo entero?
Una noche en que platicaba íntimamente con Orbegoso, agotado ya el tema de las reminiscencias infantiles, habló el Sr. Pasquel de lo conveniente que sería dictar ordenanzas penando severamente a los militares que echasen un
terno.
Ricardo Palma