Ejemplos ?
Luego, irse. Hay un modo de andar...
No había salido todavía del pueblo, por la carretera de Ramsgate, que estaba muy hermosa para pasear, cuando me oí llamar en la oscuridad por alguien que venía tras de mí. Era imposible confundir aquella chaqueta raída y aquel modo de andar desgarbado.
Si el tiempo fortifica el amor de su marido es capaz de convertirla, un día, en diosa. No lo dudes, así será: su aire y su modo de andar lo indican claro.
Mi tía era alta; sus rasgos eran pronunciados, sin ser desagradables; su rostro, su voz, su aspecto y su modo de andar, todo indicaba una inflexibilidad de carácter que era suficiente para explicarse el efecto que había causado sobre una criatura tan dulce como mi madre.
Impaciente en el palenque, algo ligero al montar, un poco loco al salir, arisco los días de mucho viento, pronto comprendía por la dirección dada por el jinete, por el peso del recado, por el modo de andar, con poco, mucho o ningún apuro, si se trataba de un viaje largo o corto, o de un paseo por el campo.
Al ver su andar renqueante, el anciano venerable soltó la carcajada y dijo: - Aunque los rasgos de tu rostro son de atractiva apariencia, hay que reconocer que, por tu modo de andar, te pareces a un mono que sólo se alimentara de piñones.
Ese modo de andar, esa cachaza, esas posturas de excelente traza, esa dilatación de las narices que acaso ya ventean las perdices, ese cuello tendido hacia adelante, esa mirada vaga, chispeante, y ese modo de alzar su gran cabeza buscando el viento de la oculta pieza, son indicios, al menos, de que el perro sabe que está cazando en este cerro.
No preguntes nada, únicamente ven conmigo." Inmediatamente, mientras nos encaminábamos por la ruta que ella había tomado, tocó mi brazo diciendo, "apresurémonos un poco." Pero, apresurarse era la regla en el modo de andar en el siglo diecinueve.
Estoy asombrada de que no parecías notar qué momentos tan angustiosos estaba pasando." Pero si, estando acostumbrado, como lo había estado, al modo de andar de mujeres cuyos movimientos estaban restringidos por los ropajes, no había observado nada inusual el el modo de andar de Edith cuando habíamos salido en ocasiones anteriores, la boyante gracia de su porte y el elástico vigor de su paso según ahora daba zancadas a mi lado era una revelación de las posibilidades de una compañera atlética lo cual era bastante embriagador.
Aunque los miembros posteriores de Aardonyx claramente muestran evidencia de bipedalismo, tales como el mantenimiento de un perfil convexo proximal lateral del fémur y la posición del trocánter craneal lejos del margen lateral del fémur, también hay evidencia que indica un cambio hacia movimiento cuádrupedo. Características del fémur sugiere que el modo de andar de Aardonyx fue más lenta que la de los sauropodomorfos basales.
Otra característica que sugiere un modo de andar más lento en Aardonyx es la robustez de metatarsiano I en comparación con los de otros sauropodomorfos basales.
Esto le otorga al individuo plasticidad para la creación de movimientos conexos al sistema secuencial que tiene construido y que se manifiesta en sus acciones, gestos, maneras; esto es lo que permite reconocer a una persona por su modo de andar sin ver su rostro.