marte

marte

(Del lat. Mars, -tis, divinidad mitológica de la guerra.)
1. s. m. La guerra.
2. QUÍMICA Cristalización arborescente que se forma sobre los cristales de sulfato de hierro al introducirlos en una disolución de silicato y carbonato potásico. árbol de Marte
3. preparado de marte FARMACIA El rico en hierro.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

marte

  (voz latina)
m. En alquimia, hierro.
fig.Guerra.

Marte (Mars)

 
mit. Dios romano de la guerra, hijo de Júpiter y Juno. Es el Ares griego.

Marte

 
astron. Cuarto satélite solar cuya distancia media al Sol es de 227,9 millones de km. Es achatado por los polos y más pequeño que la Tierra, con un volumen y una masa unas diez veces menor que ella. La duración del día sidéreo de Marte es de 24 horas 37 minutos y 23 segundos y su año es de 669 días siderales y 2/3. En 2000 se descubrieron indicios de presencia de agua en el ecuador de este planeta.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

marte

Марс

marte

Mars

marte

Mars

marte

Mars

marte

Marte

marte

火星

marte

Merih

marte

Mars

Marte

SMMars
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Mas dejo a Carlos y Agramante un tanto, que he de cantar del africano Marte, aquel terrible Rodomonte horrendo, que va por medio de París corriendo.
Nadie se dio cuenta que las banderolas plantadas en aquella superficie, creída de la luna, por una extraordinaria manipulación que había alterado el curso original del vuelo, era la de Marte.
Entre otras, no menos peregrinas invenciones, prohíbe hacer gargarismos ó aplicarse un clister, mientras Piscis no haya entrado en cierta casilla que el autor señala en un planito por él ideado; y califica poco menos que de suicida al que toma un vomitivo ó se hace sangrar, cuando Marte se halla de visita en la casa de Mercurio.
Los huesos y la sangre que natura me dio para vivir, no poca parte dellos y della he dado a la locura, mientras el pecho al desenvuelto Marte tan libre di que sin mi daño puede, hablando la verdad, ser muda el arte.
Soldado intrépido, escritor de algún brillo, político hábil, hombre de bella y marcial figura, desprendido del dinero, de fácil palabra, de vivaz fantasía, como la generalidad de los bonaerenses, e impetuoso, así en las lides de Marte como en las de Venus, tal fue D.
Y si Washington, peleando por la libertad de su patria, me parece un hijo de Marte teñido de sangre, y cubierto de polvo; recogiendo sus pocas hojas de tabaco en su corta heredad, se asemeja al hermano de Cares, rodeado de placeres y de abundancia.
Otro que estaba a gatas con un compás midiendo alturas y notando estrellas, cercado de efemérides y tablas, se levantó y dijo en altas voces: -¡Vive Dios que si me pariera mi madre medio minuto antes que me salvo, porque Saturno en aquel punto mudaba el aspecto y Marte se pasaba a la casa de la vida; el Escorpión perdía su malicia, y yo, como di en procurador, fui pobre mendigo.
Clinton, presidente de los Estados Unidos de América y a su esposa, la señora Hillary Rodham Clinton, con motivo de su visita de Estado a México, hoy en la mañana, en el Campo Marte de esta ciudad.
Militares embarazos a muchos dél defendieron. GARCIA. Al dios Marte no valieron contra los venéreos lazos. PRINCIPE. ¿No os admirará en efeto deciros que amo, Garcia?
No siempre has de atender a Marte airado, desde tu tierna edad ejercitado, vestido de diamante, coronado de plumas, arrogante; que alguna vez el ocio es de las armas cordial socrocio, y Venus en la paz, como Santelmo, con manos de marfil le quita el yelmo.
Su aliento impuro la pestilente fiebre respirando, infestó el aire, emponzoñó la vida; el hambre enflaquecida tendió los brazos lívidos, ahogando cuanto el contagio perdonó,; tres veces de Jano el templo abrimos, y a la trompa de Marte aliento dimos; tres veces, ¡ay!, los dioses tutelares su escudo nos negaron, y nos vimos rotos en tierra y rotos en los mares.
i de mi baxa lira tanto pudiese el son, que en un momento aplacase la ira del animoso viento y la furia del mar y el movimiento; y en ásperas montañas con el suave canto enterneciese las fieras alimañas, los árboles moviese, y al son confusamente los traxese; no pienses que cantado sería de mí, hermosa flor de Gnido, el fiero Marte airado, a muerte convertido, de polvo y sangre, y de sudor teñido; ni aquellos capitanes en las sublimes ruedas colocados, por quien los alemanes el fiero cuello atados, y los franceses van domesticados.