En los extremos de cada contraespaldera van colocadas los cabeceros que tienen 2,5 m de largo y se entierran con una inclinación de 45 a 60 grados a 1,2 m, los sostenes interiores de la espaldera son los rodrigones que tienen 2,5 m de largo y que van enterrados verticalmente a 0,7 o 0,8 m.
Una espaldera o celosía (trellis en inglés) es una estructura plana formada por un enrejado más o menos tupido pero siempre abierto que da soporte a plantas trepadoras tales como hiedras, rosales, vides, etc.
En la plantación de los viñedos, Undurraga utiliza la espaldera tradicional y la espaldera californiana, con densidades de plantación de 2800 a 3400 plantas por hectárea.
También contamos con el Centro Tecnológico del Champiñón del Gobierno de La Rioja. Otro de los pilares básicos de la economía autoleña es el cultivo de la vid, tanto a vaso como en espaldera.
La formación de las cepas debe realizarse en vaso o en espaldera, con una carga máxima de 16 yemas productivas por cepa, siendo el máximo permitido de 36.000 yemas/Ha.
Una colección de 365 árboles frutales - en su estado natural, o podados como independientes, o en espaldera contra las paredes, o " palissades en treillage " – encierran el parterre; estos incluyen variedades tradicionales de manzanas, peras, membrillos, cerezas y ciruelas.
Actualmente el cuatomate tiene una gran importancia debido a que su venta y consumo se ha incrementado y los procesos son los siguientes: Siembra: debido a que el cuatomate es una especie de tipo trepador, necesita de un tutor o espaldera para desarrollarse bien.
Por el contrario, extendieron sus dominios ciertos frutales y, especialmente, la uva de mesa, que llegó a ocupar los lugares más recónditos del término, en sus dos formas de cultivo, de espaldera y emparrado convirtiéndose prácticamente en monocultivo.
Cuando estuvieron solos, el señor Lheureux empezó a felicitar, con palabras bastante claras, a Emma por la herencia, después a hablar de cosas indiferentes, de los árboles en espaldera, de la cosecha y de su propia salud, que seguía así así.
La huerta, más larga que ancha, llegaba, entre dos paredes de adobe cubiertas de albaricoqueros en espaldera, hasta un seto de espinos que la separaba de los campos.
Emma se paseó por su huertecillo, yendo y viniendo por los mismos paseos, parándose ante los arriates, ante la espaldera, ante el cura de alabastro, contemplando embobada todas estas cosas de antaño que conocía tan bien.
No se oian los pájaros, todo parecía dormir, la espaldera cubierta de paja y la parra como una gran serpiente enferma bajo la albardilla de la pared, donde acercándose se veían arrastrarse cochinillas de numerosas patas.