Ejemplos ?
Pero cuando el sol desciende, una confusa alegría invade todo mi cuerpo. Me despierto, me animo. A medida que crece la sombra me siento distinto, más joven, más fuerte, más activo, más feliz.
Desato las redes de tanta agonía y pinto paredes sin melancolía. 18 Con tanto amor re-despierto se me relaja la aurora y la noche no me acaba y la tarde se prolonga.
Todo esto es aquella voz que inmóvil tras de la reja embebecido le tiene asido a entrambas vidrieras, sin intención que le acuda, sin voluntad que le mueva, dudando si goza o sufre, si está despierto o si sueña.
Jorge había compartido su merienda con Emilita, y muy a gusto habría compartido también su corazón si ello hubiese podido darle gusto. Era un buen muchacho, listo y despierto.
y usted, naturalmente.La momia se halla en mi casa y empezaremos a desatarla a las once Su Amigo PONNONNER. Cuándo llegue a la firma, me parecióque ya estaba lo suficientemente despierto como puede estarlo un hombre
-Pos bien: como la Candelaria es como es y el Garabato tiée sangre de garañón y si rispeta a la luna es porque no la alcanza manque se remonte en globo, pos a fuerza de verse se gustaron, y como se gustaron se entendieron y como mi Pepe tiée aprobá toas las asirnaturas y ve mas dormío que otros despierto, pos se comió la partía, y como el gachó es más súpito que un rayo, apenitas se la comió, trincó al Toñuelo, le dio dos copas en ca del Ventolina y endispués se lo llevó a la Plaza del Callao y allí le dijo que tirara del jierro y él metió mano a su cachicuerna, y como mi niño es una pantera cuando se le sube la temperatura, pues el chavó quebró al Garabato como los propios ángeles y le atiró tina de las de chipé, de las de pronóstico reservao.
Pues bien, durante dos noches (no consecutivas), en que me hallaba despierto, vi que, a eso de las once, la señora Wyatt salía cautelosamente del camarote de su esposo y entraba en el camarote sobrante, donde permanecía hasta la madrugada, hora en que Wyatt iba a buscarla y la hacía entrar nuevamente en su cabina.
A veces, doña Asunción lo sorprendía en el corral, soñador despierto, boca arriba en la tierra dentro de la espesura de un resedal descuidado.
¡Un delirio de mi imaginación...! ¡Y cuando me despierto conozco mi soledad y mi infortunio...! ¡A media noche, dejo mi estera solitaria y salgo a vagar por la desierta costa...!
¡No!, que funcionen todos y todo el tiempo que les dé la gana, y que escriban lo que les dé la gana (APLAUSOS), porque este, que es un pueblo inteligente; este, que es un pueblo sabio; este, que es un pueblo despierto, sabe por dónde viene cada cual.
Así fue. Levanté el tubo del teléfono. —¿Está despierto? —Es verdad. Después de combinar la hora de vernos me dijo que podía bajar en pijama y que ella me esperaría al pie de la escalera.
Entreví el cielo y me di cuenta de que me hallaba al aire libre. Pero el sueño pesaba aún sobre mis ojos, y aunque ya no dormía, todavía no estaba despierto del todo.