Ejemplos ?
Hay cuatro tipos fundamentales: Mate. un beneficio común de realizar un sacrificio es permitir al jugador que sacrifica dar jaque mate a su oponente.
En un salón, la mujer que parecía tener menos simpatía por el lugar, era la que escogía como objetivo de sus acometidas; hacerla pasar de la aversión al amor mediante hábiles transiciones, era para él un placer delicioso; imponerse a las almas que le rechazaban, dar jaque mate a las voluntades rebeldes gracias a su influencia, le parecía el más dulce de los triunfos.
En el final del juego, todo se reduce a una carrera sobre quién puede dar jaque mate al adversario primero. Una táctica conocida como el conteo de velocidad juega un papel importante en el final del juego.
Es decir, se tienen 60 jugadas para dar jaque mate con las ventajas del tiempo añadido, pero si no se es capaz, a partir de la jugada 60 se convierte en una partida guillotina clásica.
Mientras otros indican que el objetivo del juego no era dar jaque mate al rey, sino eliminar todas las fuerzas de uno de los oponentes.
Los reyes son más difíciles de dar jaque mate en abierto, sobre todo si el oponente no tiene muchas piezas de largo alcance en juego.
Cada pieza y cada peón mantienen sus movimientos normales; y el objetivo de cada jugador sigue siendo dar jaque mate al rey del oponente.
Dos torres y rey contra rey Dama y rey contra rey Torre y rey contra rey Peón y rey contra rey Dos alfiles y rey contra rey Caballo, alfil y rey contra rey Dos caballos y rey contra rey y peón Finales básicos que acaban en tablas: Caballo y rey contra rey Alfil y rey contra rey Las propias reglas de movimiento de estas piezas impiden que ninguno de los bandos pueda dar jaque mate.
Crear diversas amenazas y así molestar al contrario. entre otras cosas. Estas reglas no se deben romper nunca a no ser que: Se pueda dar jaque mate. Se pueda ganar material.
Igualmente la partida termina en tablas si se repite tres veces la misma posición sobre el tablero (por repetición de jugadas), cuando ninguno de los jugadores tiene piezas suficientes para dar jaque mate, o si el jugador que tiene el turno no puede realizar ninguna jugada reglamentaria, situación conocida como ahogado.
Llevar la partida hasta jaque mate, sin embargo, puede requerir decenas de jugadas. Por tanto, podemos concluir que el objetivo de un jugador, mucho antes que dar jaque mate, es alcanzar una posición ganadora.
La cantidad de etapas necesarias para llegar al estado final puede ser demasiado grande y el procedimiento ser correcto pero sin valor práctico (caso del análisis de todas las jugadas posibles que pueden llevar a dar jaque mate en un juego de ajedrez).