Ejemplos ?
Sin embargo de esto, Kapila da muy poca importancia a esta fuente, y parece que solo la considera para no chocar con las opiniones del vulgo.
¡Buh!) De pronto en las televisoras tridimensionales apareció algo que hizo estremecer a bienpensa-dos y a malpensados, algo nunca visto, jamás presentido por humanos: Una onda de gases en llamas, como la cauda de un espeluznante co-meta, se dirigía a gran velocidad para chocar con la Cien.
En cierta ocasión fue el promotor número uno de rebeldía ante ciertas disposiciones ordena-das por el Gobernante primero y encabezando una manifestación, se había dirigido hasta la Torre Central, a plena luz del peligroso día camoíntico, pues los rayos de la estrella Mayor producían un ambiente asfixiante al chocar con la superficie del planeta, por lo que todo quedaba oculto para no sufrir deterioro alguno y el panorama, tan luminoso de noche, se convertía en desolador, desértico a esas horas.
Alejandro arrojó el primero la luenga lanza y dio un bote en el escudo liso del Atrida, sin que el bronce lo rompiera: la punta se torció al chocar con el fuerte escudo.
Quise volver sobre mis pasos, pero me di cuenta que un muro opuesto avanzaba a toda velocidad desde el inicio del pasadizo y me aplastaría al chocar con la pared final.
¡Crímenes que nunca se combaten! Hay muchos intereses creados, y toda obra revolucionaria tiene necesidad de chocar con esos intereses.
Mientras procuraba alcanzar el estilo que me había propuesto, sonreía a veces al chocar con las enormes dificultades que se presentan al que quiere escribir con sencillez.
¡Esa mujer me arrastrará al mundo; seré un necio más; al rozarme, al chocar con las pasiones vulgares, pero fuertes, de que hoy me burlo, me contagiaré y seré un vanidoso más, un ambicioso más, un farsante más!
Cuando los dos héroes se hallaron frente a frente, acometiéronse y el Atrida erró el tiro, porque la lanza se le desvió; Ifidamante dio con la pica un bote en la cintura de Agamemnón, más abajo de la coraza, y aunque empujó el astil con toda la fuerza de su brazo, no logró atravesar el labrado tahalí, pues la punta al chocar con la lámina de plata se torció como plomo.
Entonces dejó caer sin aliento la cabeza, que al chocar con el vestido de Sumaj, produjo ruido breve de cosa inanimada y deslizándose en el cordón, fue a juntarse con la cabeza del rey.
Me sentía aguijoneado extrañamente a chocar con él en un nuevo encuentro, a despertar en él una colérica chispa correspondiente a la mía.
Wolfert la abrió. Rechinaron con estridencia los goznes y pareció chocar con algo así como una caja de la que cayó un cráneo al suelo.