césped


También se encuentra en: Sinónimos.

césped

(Del lat. caespes, terrón cubierto de césped.)
1. s. m. Hierba corta y tupida que cubre el suelo, crecida naturalmente o sembrada en parques y jardines y terreno cubierto por ella.
2. Lugar cubierto con esta hierba. cespedera
3. AGRICULTURA Corteza que se forma en la zona por donde hansido podados los sarmientos.
4. DEPORTES Terreno de juego los futbolistas saltaron al césped en medio del griterío de los hinchas.
5. césped inglés BOTÁNICA Planta herbácea, de hojas plegadas longitudinalmente y espiguillas lanceoladas.
NOTA: Nombre científico: (Lollium perenne.)
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

césped

('θespeð)
sustantivo masculino
hierba tupida y pequeña que cubre el suelo cortar el césped del jardín
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

césped

nombre masculino

césped inglés nombre masculino ballico
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

césped

grasperk

césped

gespa

césped

trávník, tráva

césped

plæne, græs, græsplæne

césped

Rasen, Gras

césped

gazono

césped

muru

césped

niitty, nurmikko, ruoho

césped

pázsit

césped

pratum

césped

gazon, gras

césped

trawnik, trawa

césped

trata

césped

majanini

césped

trava, travnjak

césped

芝生, 草

césped

잔디밭, 풀

césped

gräs, gräsmatta

césped

สนามหญ้า, หญ้า

césped

çim alan, ot

césped

bãi cỏ, cỏ

césped

草坪,

césped

草坪

césped

SM
1. (= planta) → grass
césped artificialartificial turf, Astroturf ®
2. (= terreno plantado) → lawn
3. (Dep) → pitch
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Aquella voz dulcísima resuena en sus oídos, como el son del agua de fuente oculta que en el seco estío bajo del césped escondida mana.
"Ya la sombra del bosque entrelazado los animales mismos apetecen; bajo el césped que tapiza el prado, los pintados lagartos se guarecen.
Para los pequeñuelos había vida en aquel bastón; no bien se hubieron montado en él, el reluciente pomo se convirtió en una magnífica cabeza de caballo, con larga y negra melena ondulante, y de la caña salieron cuatro patas esbeltas y vigorosas; el animal era robusto y valiente. Se echaron a cabalgar a galope por el césped.
Cogidos de la mano salieron de entre el follaje, y de pronto se encontraron en el espléndido jardín de la casa paterna; en medio del verde césped, el bastón del padre aparecía atado a una estaquilla.
Y venga cabalgar alrededor del césped, mientras la muchacha, que, como sabemos, era el hada del saúco, gritaba: -Ya estamos llegando.
El césped era verde y mullido y le pasaban con frecuencia el rodillo, lo segaban y cuidaban para que se pudiera andar sobre él como sobre una alfombra.
Él, en tanto, sin curar De quién pasa por su lado, Iba con pie acelerado Atravesando el pinar. Cruzó un viñedo, en seguida Tomó una senda que a un valle Por las viñas se abre calle De antiguo césped vestida.
Aischa, temblorosa, apretó contra él su juventud; pero Muza, espantado, se puso de pie, y no había terminado de hacerlo cuando un estampido más próximo levantó del suelo una columna de fuego y de tierra; y Aischa, desmayada de terror, cayó sobre el césped.
Pero el fuego de las baterías parecía enconado rabiosamente sobre las ruinas; algunos proyectiles habían roto los caños del estanque; a cada explosión las piedras volaban entre espesas nubes de humo negro y polvo; por sobre el césped se podían ver los muebles destrozados por la explosión, los cojines despanzurrados.
Negras cautivas las sirven que por doquier las circundan, para su capricho esclavas, para su servicio muchas; jardines tienen abiertos de frondosidad oscura, do alegres pájaros trinan, do frescas fuentes susurran; do de los árboles altos la espesa sombra confusa, el aura abrasada templa, y el sol entolda y ofusca; donde en hamacas de seda muellemente se columpian del céfiro acariciadas que en la hojarasca murmura. Donde en el césped mullido, al son de animada música, en danzas voluptuosas giran, se trenzan y anudan.
En posición tan triste, con tales enemigos interiores y en hora tan temprana, paseaba Genaro esta mañana por campiña feraz que mayo viste de césped blando y de silvestres flores.
—Cuando Él enciende en el hombre el fanal de la esperanza, más noble porvenir darle pretende, dicha más perenal al hombre alcanza.» En estos pensamientos embebido, se alejaba Genaro de Sevilla por sendero escondido en la umbría enramada, y de un arroyo por la amena orilla de césped tapizada.