Dan

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dan

(Voz japonesa.)
s. m. DEPORTES Cada uno de los diez grados superiores de las artes marciales tradicionales, que se conceden a partir del cinturón negro.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

Dan (Dān)

 
bib. Según la narración bíblica, el quinto de los doce hijos de Jacob.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
Ejemplos ?
Pero existen condiciones políticas especiales, sobre todo en la península indochina, que le dan características de capital importancia al Asia y juegan un papel importante en la estrategia militar global del imperialismo norteamericano.
Yo sigo hablando con él, y mi compañero se va a los bichos, les da cuatro de las que dan tos los novilleros y, total, que los de la siega emplean entre tos ellos veintisiete pesetas y noventa y cinco céntimos y toman las de Villadiego.
-No es mar pico er que se dan; como que su compadre de usté tiée er corazón de una jiena y si ella cuando llega vesita a casa no alegra el perfil, aluego cuando se van los extraños, es un dolor como él le pone el cuerpo.
Me llenan de consternación las quejas que repetidamente se me dan de varios individuos, ya de los que han merecido mis comisiones, ya de los que sirven en mis ejércitos, por sus excesos en tomar cabalgaduras por los lugares de su tránsito, no solo en las fincas de europeos, sino en las de mis amados americanos, y cuando mis intenciones en llevar adelante la justa causa que sostengo, no son otras que la comodidad, descanso y tranquilidad de la nacion, no puedo ver con indiferencia las lágrimas que ocasionan aquellos individuos, adulterando sus comisiones y abusando de mis confianzas y sus facultades.
Poique pa mí es una puñalá trapera que me dan una pluma que le jurguen con mala intención a la que a mí me esteta to lo que a un hombre le enluta er corazón, y tan es asina, que la otra tarde que la vi yo la mar de cavilosa y me enteré de que se había trompezao con la Rosarillo en ca de la Pechugona, como yo me comí la partía del porqué estaba ella tan de malito encare, le juré que o perdía yo jasta el segundo apellío o tenía ella, antes de que gorviera a crecerle el pelo a los maizales, un mantón y unas arracás doble mejores que las que se pone jasta pa dormir la jembra del Chirimollo.
Se quedó en la iglesia y como veía a los fieles adorar de rodillas a una imagen del niño Jesús, creyó que aquel era Dios y dijo a la imagen: -¡Qué delgado estás, Dios mío! de seguro esas gentes no te dan de comer, yo repartiré contigo mi pan.
¿No se dan cuenta de que con ello están horadando y humillando lo más sagrado de nuestras instituciones republicanas, que están destruyendo la voluntad popular que mal que bien los llevó a donde hoy se encuentran?
El señor Rodríguez de la Sotta.- Las palabras del señor Senador Neruda, que dan a impedir, me obligan a decir dos breves palabras más.
-¿Sabe usté, compadre, que cualisquiera dirla que a usté le dan una cruz por ca puñalá que me pegan en el sitio que más me duele?
Formada esa opinión pública vendrán y se cumplirán leyes que dan sufragio ilustrado y consciente, que abren la puerta de la representación nacional, cerrada hoy por falsas teorías constitucionales y en resguardo de una fantástica independencia parlamentaria, a muchos de los más aptos para los cargos legislativos, que apartan de los altos puestos de la administración a la incapacidad y la ignorancia, que sancionan eficazmente el abandono del deber y el olvido del bien común; se corregirán los errores, se castigarán las faltas, se enmendarán los rumbos y volverá el país a ver cumplida la función gubernativa para su felicidad y su progreso.
Contrastación.- Si el examen y prueba de presión dan resultados satisfactorios, el encargado del servicio constructor, instalador, conservador, Entidad colaboradora o Delegación Provincial grabará en la placa correspondiente la presión de diseño y, en su caso, la máxima de servicio, el número de registro que corresponda al aparato y la fecha de prueba.
Tiene todo el exterior que los estatuarios dan a Sileno, pero ¡abridle!, mis queridos comensales, ¡qué tesoros no encontraréis en él!