Las presiones externas exigen velocidad por encima de la calidad. ¿Cómo puede mantener la integridad del producto en medio de las prisas?
En el mercado acelerado de hoy, los gerentes de producto a menudo se enfrentan al desalentador desafío de equilibrar la necesidad de un desarrollo rápido con el mantenimiento de la calidad del producto. El impulso de la velocidad puede provenir de diversas presiones externas, como la competencia, la demanda de los clientes o la búsqueda de la ventaja de ser el primero. Sin embargo, sucumbir a estas presiones sin tener en cuenta la integridad del producto puede conducir a resultados deficientes que dañan la reputación de una marca y la confianza de los usuarios. Entonces, ¿cómo puede asegurarse de que la calidad de su producto no se vea comprometida incluso cuando se esfuerza por cumplir con plazos estrictos?